México tiene las condiciones necesarias para impulsar una industria de semiconductores, con lo cual puede convertirse en un aliado estratégico de Estados Unidos.
Para conseguirlo, la economía mexicana puede aprovechar la oportunidad que representa el proceso internacional de relocalización de empresas o “nearshoring”, en aras de atraer inversiones de empresas especializadas en la fabricación de esos componentes, aseguró Eugenio Marín, director Ejecutivo de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (Fumec en inglés), una organización binacional sin fines de lucro.
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Actualmente, el mercado de semiconductores alcanza a nivel mundial un valor aproximado de 720,000 millones de dólares (mdd), un sector que está en auge por la demanda de otras industrias como la automotriz y la de aparatos electrónicos.
En la conferencia “Mapa de ruta: oportunidades para el nearshoring de semiconductores en México”, el experto destacó la necesidad de que las autoridades mexicanas establezcan, a la brevedad posible, las condiciones indispensables para la instalación de los proveedores de la industria de semiconductores.
“Encontramos retos y oportunidades muy específicos, ya que estamos hablando que esta industria es de 720,000 mdd que en pocos años puede duplicarse a ser una industria de 1.3 trillones de dólares, que no solo representa una oportunidad comercial, también genera una oportunidad de seguridad”, aseguró Marín.
En la conferencia, el experto consideró que existen entidades federativas del país con las condiciones básicas para empezar a desarrollar semiconductores, gracias a su vocación manufacturera y que son: Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Durango, Jalisco, Querétaro y Tamaulipas.
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Algunas de ellas, como Baja California, tienen centros de diseño e ingeniería; otras como Chihuahua se destacan por sus centros de ensamblaje y de investigación y de desarrollo; en tanto que Durango se distingue por sus incentivos fiscales y regulatorios para las industrias electrónica y de vehículos eléctricos.
En cambio, los estados del sur-sureste no han desplegado a la industria manufacturera como las otras entidades federativas, por lo que carecen de las bases necesarias para recibir a proveedores y fabricantes de semiconductores, aunque sí tienen centros escolares que pueden capacitar al capital humano.
“Hay acciones desde la parte académica que serán importantes. La infraestructura industrial es la que ahorita no tenemos, pero se puede crear a través de inversión, principalmente en el sector de montaje, prueba y ensamblaje”, dijo Marín.
GC