El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) descarta un escenario de recesión económica para México en 2024, pero advierte que entrará en una fase de desaceleración a partir del segundo semestre del próximo año, lo que estará aderezado por la incertidumbre que causarán las elecciones presidenciales, tanto de México como de Estados Unidos.

El primer semestre de 2024 estará impulsado por el gasto público programado por el gobierno mexicano en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), para concluir sus proyectos de infraestructura antes de terminar el sexenio, pero también por el gasto que ejercerán los partidos políticos con motivo de las campañas electorales, comentó José Domingo Figueroa Palacios, presidente del IMEF, en la 51 Convención Nacional del organismo.

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“Esperamos que haya un buen dinamismo en la primera mitad de 2024, principalmente porque el déficit público va a traducirse en mayor consumo. También va a haber gasto electoral y obviamente el ‘nearshoring’ va a tener impacto”, explicó el experto.

Sin embargo, en el transcurso del segundo semestre del año, la economía perderá dinamismo, derivado de factores internos y externos.

“Para el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), se anticipa 3.4% en 2023 y 2.1% en 2024. Hay que notar que, a pesar del desempeño mejor a lo esperado para el 2023, de la narrativa positiva que se mantiene por el ‘nearshoring’, de la fortaleza del consumo y la inversión, nuestra encuesta sigue contemplando una desaceleración sensible para 2024”, comentó el experto.

José Domingo Figueroa comentó que se perciben “diversos factores que generan incertidumbre o incluso preocupación”, como la pérdida de dinamismo económico de Estados Unidos, China y Europa, por efecto de las políticas monetarias para hacer bajar la inflación.

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Pero también van a influir las tensiones geopolíticas por las guerras Ucrania-Rusia e Israel-Palestina, así como las elecciones presidenciales en México y Estados Unidos, países en donde la opinión de los votantes se ha polarizado y la incertidumbre se extiende de la política a otros ámbitos como el económico.

Sin embargo, el IMEF descarta que los mercados puedan manifestar un marcado nerviosismo con motivo de las elecciones en México y Estados Unidos, salvo que se perciban cambios radicales de política económica en relación con las políticas conocidas al presente.

En todo caso, los mercados financieros mexicanos pudieran entrar en estrés el próximo año si repuntara la inflación de Estados Unidos y el Banco de la Reserva Federal (Fed) de ese país tuviera que aplicar nuevos aumentos a la tasa interés, comentó Mario Correa Martínez, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF, que también participó en la Convención.

En este sentido, los especialistas del IMEF descartan que el peso mexicano pueda resentir o “contagiarse” de la volatilidad financiera que genere la llegada de Javier Milei como nuevo presidente de la República Argentina, un polémico político que ha llamado la atención por sus propuestas económicas radicales consideradas de extrema derecha.

GC