La Secretaría de Economía se dio por notificada sobre la nueva solicitud de consultas que presentó el gobierno de Estados Unidos, para discutir el decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador acerca del maíz genéticamente modificado, y adelantó parte de los argumentos con los que contestará a los reclamos de los norteamericanos.
En un tono poco usual para comunicaciones oficiales, la dependencia federal negó los señalamientos en el sentido de que la instrucción para reducir gradualmente el uso de maíz genéticamente modificado para usos industrial y de alimentación animal en el país constituya un cierre del mercado mexicano al maíz de Estados Unidos.
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“Lejos de ello, la transición será gradual y sosteniblemente, fortaleciendo la competitividad y productividad del campo mexicano en pleno respeto a los compromisos internacionales suscritos por México”, aseguró la Secretaría de Economía, a través de un comunicado difundido la noche de este viernes.
La dependencia también reiteró que la restricción que plantea el decreto presidencial, publicado en febrero de este año, para prohibir la importación y el uso del maíz genéticamente para consumo humano —en la industria de la masa y la tortilla— no representa un daño para los productores agrícolas de Estados Unidos.
Lo anterior, porque México produce la cantidad de maíz blanco que requiere el consumo humano del país, por lo que se usan cantidades mínimas de maíz importado.
“El uso exclusivo de maíz nativo para la masa y la tortilla no tiene afectación ni interés comercial para Estados Unidos, dado que México produce el doble de maíz blanco del que destina a la tortilla”, refirió el comunicado.
Asimismo, la dependencia consideró que la protección de especies de maíz nativo que pretende impulsar el mencionado decreto cumple “el capítulo ambiental del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)”.
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En otro argumento a los reclamos de Estados Unidos, la Secretaría de Economía refutó que se rechacen autorizaciones para semillas tratadas biotecnológicamente.
“La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha estado en posibilidades de autorizar nuevas semillas del maíz biotecnológico y revaluar negociaciones previas”, aseguró la dependencia.
Como se informó a medio día, la oficina del Representante Comercial del gobierno de Estados Unidos presentó hoy al gobierno mexicano una solicitud de consultas de solución de controversias, con base en el capítulo 31 del T-MEC, sobre solución de disputas, para dirimir sus diferencias respecto al comercio del maíz genéticamente modificado.
Se trata de una segunda petición de consultas para abordar el mismo asunto, luego de otras consultas técnicas que se solicitaron en marzo, pero bajo el capítulo 9 del T-MEC, sobre medidas sanitarias y fitosanitarias.
En el fondo de la disputa está el decreto presidencial de febrero de este año que prohibe la importación y el uso del maíz genéticamente modificado para consumo humano, aunque sí lo permite para uso industrial y alimentación de animales.
Sin embargo, el decreto establece en un apartado que deberá buscarse la manera de disminuir paulatinamente el uso del maíz genéticamente modificado o transgénico como insumo en proceso industriales y para la crianza de ganado.
GC