Los hechos de violencia que se registraron, recientemente, en el país no solo afectan las expectativas de inversión, también representan un factor más de presión para la inflación, en la medida que las empresas se ven obligadas a tomar acciones para protegerse de la seguridad y sus costos se ven impactados, señaló el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
“Esto genera presiones de costos adicionales para las empresas, desde las medidas que tengan que implementar para custodiar a sus camiones de mercancías o poner rejas en sus establecimientos, también es un tema que complica los costos de los negocios y eventualmente puede repercutir en la inflación”, señaló Mario Correa, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos.
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El impacto neto está en función de qué tanto se perciba que esta situación está siendo generalizada en el país, añadió en conferencia de prensa.
Por su parte, el presidente nacional del IMEF, Alejandro M. Hernández, destacó que el país requiere inversión para crecer; sin embargo, acciones de violencia como las que se observaron en Guanajuato, Jalisco y Chihuahua, la semana pasada, “desmotiva y ahuyenta a los potenciales inversionistas”.
En su opinión, la inseguridad en lugar de bajar, cada vez crece más “y parece que no estamos haciendo lo necesario para combatirla”.
Economía estancada
En materia de economía, Hernández señaló que la actividad luce, básicamente, estancada en los indicadores más recientes, al tiempo que la inflación ha alcanzado niveles no vistos en dos décadas, aun cuando Banco de México hace su trabajo al subir la tasa de interés de referencia con firmeza, luego de comenzar tarde al igual que otros bancos centrales.
“La posibilidad de aumentar los desencuentros comerciales con Estados Unidos y Canadá en el marco del TMEC generan una preocupación especial, ahora que han iniciado las consultas pedidas por nuestros socios comerciales, luego de diversas acciones del gobierno que contravienen lo acordado en el tratado”.
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“Las consecuencias económicas al debilitar el TMEC serían muy considerables para nuestro país y podrían recortar seriamente el potencial de crecimiento de los próximos lustros”, destacó.
En su opinión, el entorno de negocios ha seguido deteriorándose, no sólo por las condiciones externas, sino también por la inquietud que generan algunas decisiones de política pública, que en lugar de facilitar y promover la participación armoniosa de las fuerzas económicas del país crean obstáculos, complicaciones e incertidumbre.
FP