Organizaciones sindicales y de derechos humanos conmemoraron este jueves el Día Internacional del Trabajo con marchas y mítines en la capital del país, para exigir al gobierno federal que cumpla su promesa de reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales y recuperar el poder adquisitivo de los salarios de los empleados públicos.
También salieron a manifestarse por otros asuntos como la derogación de la reforma al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) de 2007, los recortes presupuestales a la salud y a las universidades públicas, la insuficiente vivienda asequible para los trabajadores, la anulación de “deudas ilegítimas” y las pensiones de bajo valor que pagan las Administradoras de Fondos de Ahorro para el Retiro (Afore).
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En la celebración de este 1 de mayo, el llamado Frente Nacional por las 40 horas se concentró en el Monumento a la Revolución de la Ciudad de México en demanda de que se apruebe la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT), por medio de la cual se pretende reducir la jornada laboral a 40 horas semanales, con dos días de descanso.
Este proyecto se quedó pendiente desde el sexenio pasado, con la expectativa de retomarse en el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, pero de momento el proyecto se ha quedado en punto de espera, ya que el oficialismo pretende acordar con el sector privado un esquema que permita modificar la jornada, pero de manera paulatina, en aras de no afectar a las empresas.
Sin embargo, en las manifestaciones de este 1 de mayo, los trabajadores exigieron al gobierno federal que cumpla su promesa sobre la jornada.
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“Exhortamos a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y al Poder Legislativo la aprobación inmediata de la reducción de la jornada laboral, sin perjuicio del salario y con prima sabatina. Si quieren discutirlo otra vez, lo haremos con los trabajadores, el pueblo, con los sectores marginados, no con los que dirigen a los capataces y verdugos”, aseguraron los oradores del Frente.
En tanto, los sindicatos afiliados a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) se concentraron en las avenidas Eje Central y 5 de Mayo, en el Centro de la capital del país, para exigir también la jornada de 40 horas, un aumento salarial de “emergencia” por el aumento de precios, respeto a las conquistas laborales y la “soberanía digital”.
Asimismo, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) hicieron su aparición en las conmemoraciones de este 1 de mayo, con una macha que partió desde el Ángel de la Independencia hacia la Plaza de la Constitución o Zócalo.
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Los oradores exigieron la derogación total de la reforma educativa del sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, la derogación de la reforma a la Ley del ISSSTE de 2007 y un aumento salarial de 100%.
Con la intención de sacar adelante estas demandas, la CNTE amagó con llevar a efecto un paro nacional de labores el próximo 15 de mayo —día del maestro—.
“Es momento de hacer un llamado a todos los compañeros, así como lo hemos determinado los maestros, a impulsar una huelga nacional a partir de este 15 de mayo. Nuevamente vamos a tener que salir a las calles por la defensa de nuestros derechos, porque no exigimos privilegios, sino el respeto a los derechos laborales de los trabajadores del Estado y del país”, dijo Eva Hinojosa Tera, secretaria general de la sección 18 de la CNTE, con sede en Michoacán.
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En particular, Martín Esparza Flores, líder del SME, exigió al gobierno federal la recontratación de unos 44,000 trabajadores que se quedaron desempleados con la extinción de la antigua Luz y Fuerza (LyF) hace tres sexenios.
“Privatizaron los puertos, los aeropuertos, la banca, las telecomunicaciones. Y aunque intentaron también privatizar la industria eléctrica, el pueblo lo impidió. En represalia, Felipe Calderón Hinojosa ejecutó un golpe de Estado laboral contra el SME”, aseguró Esparza Flores.
GC