La captación de 36,058 millones de dólares (mdd) de inversión extranjera directa al cierre del año pasado constituye una buena noticia para la economía mexicana, pero las cifras reflejan que el país no ha recibido mayor inversión derivada del proceso de relocalización internacional de empresas o “nearshoring”.
Las estadísticas publicadas ayer por la Secretaría de Economía mostraron que solo 13% del volumen total de capital foráneo que llegó al país en 2023 provino de nuevas inversiones, esto es de nuevas empresas, destacó Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económicos de Banco Base.
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En cifras totales, las nuevas inversiones representaron 4,316.1 mdd, cifra que implicó una caída de 71% respecto a 2022, además que constituye el dato más bajo que se haya registrado para el segmento de nuevas inversiones desde 2012, refirió la experta en un análisis.
El grueso de los capitales productivos que México captó del extranjero el año pasado provino en 74% de la reinversión de utilidades, una cantidad de 26,700 mdd, esto es que se trata de ampliaciones de empresas que ya están presentes en el país.
Como se sabe, la inversión extranjera directa es un concepto que se refiere a la inversión de extranjeros en proyectos productivos dentro del país, en lo cual subyace una visión de largo plazo, ya que se construyen instalaciones físicas, se adquiere maquinaria y equipo y se contrata personal. Se trata del tipo de capital que tiene un impacto más favorable para el desarrollo económico.
“Si se contempla a las nuevas inversiones como nearshoring y se toma lo que China ha dejado de recibir de inversión como el tamaño de la oportunidad del nearshoring, resulta que México está aprovechando apenas el 7% de esta oportunidad. Por esta razón, para algunos el nearshoring es más un mito, que una realidad”, consideró Gabriela Siller.
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Asimismo, los datos de la inversión extranjera directa al cierre de 2023 dejaron ver que el capital productivo prefiere las regiones geográficas que ya tienen un amplio desarrollo industrial, mientras que los estados del sur-sureste tuvieron un papel marginal.
Una proporción de 76% del volumen total de la inversión extranjera directa de 2023 se concentró en 10 estados: Ciudad de México, Sonora, Nuevo León, Jalisco, Chihuahua, Estado de México, Baja California, Aguascalientes, San Luis Potosí y Querétaro, en donde ya están presentes industrias clave como la automotriz y de autopartes, la electrónica, la aeroespacial y la de alimentos y bebidas.
Por lo anterior, las estadísticas de la inversión extranjera directa todavía no reflejan los resultados de la política económica de la presente administración para promover la industrialización del sur-sureste de México.
En aras de aprovechar mejor el fenómeno de relocalización de empresas, para atraer mayores volúmenes de inversión productiva al país y, sobre todo, a la región sur-sureste, la experta identificó cuatro puntos que deberá atender la economía mexicana.
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1 Promover a México en el exterior, una tarea que pasó a manos de las embajadas de México en el extranjero tras la desaparición de ProMéxico.
2 Aumentar el gasto público en infraestructura energética y de agua, ya que las empresas industriales demandan de altos volúmenes de electricidad y de agua, suministros que además deberán atender a criterios de sustentabilidad ambiental, como energía renovable y una gestión eficiente del agua.
3 Cuidar los indicadores de gobernanza del país, como la inseguridad pública, la certidumbre jurídica y el respeto al Estado de derecho.
4 Ofrecer “paquetes de recibimiento” para nuevas empresas, lo que significa formular incentivos a la inversión, como estímulos fiscales, facilidades para la contratación de financiamiento y programas de capacitación a la fuerza de trabajo, entre otros aspectos.
GC