La informalidad sigue ganando terreno en la economía mexicana. En 2021 aportó 23.7 por ciento al Producto Interno Bruto (PIB) del país, la mayor cifra desde 2009, revelaron datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)

Es decir, por cada 100 pesos del PIB del país, las personas ocupadas formales generaron 76 y las ocupadas en la informalidad, 24.

Con respecto a 2020, año en que estalló la pandemia, la aportación de la llamada economía subterránea aumentó 1.9 puntos porcentuales.

El aporte que hace este sector de la economía se generó por 55.8 por ciento de la población ocupada, mientras que 76.3 por ciento del PIB lo generó el sector formal, con 44.2 por ciento de los habitantes que tienen un empleo con prestaciones y seguridad social.

Comercio al por menor aún es la actividad económica con mayor nivel. Aumentó su contribución de 40.6 a 42.2 por ciento. En tanto, la construcción incrementó su participación de 25.9 a 26.7 por ciento.

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En conjunto, estos sectores contribuyeron con 66.5 por ciento a la economía informal en 2020, mientras que en 2021 lo hicieron con 68.9 por ciento.

El sector informal (SI) se compone de las unidades económicas constituidas por micronegocios que no cuentan con los registros legales básicos para operar.

Otras modalidades de la informalidad se integran por la agricultura —incluida la de subsistencia —, el servicio doméstico remunerado de los hogares, así como todas las variedades de trabajo que, aunque ligado a unidades económicas registradas o formales, desempeñan su labor sin la debida protección legal para las relaciones laborales.

El 2021, el SI contribuyó con 12.4 por ciento del total de la informalidad y el resto (11.3 por ciento), el rubro de otras modalidades.

FP