La inflación desaceleró por cuarta ocasión consecutiva en la primera primera quincena de marzo, al bajar de 7.48 a 7.12 por ciento, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El resultado fue menor al esperado por el consenso del mercado (7.35 por ciento) y representó la mayor baja en las últimas siete quincenas.
“Aunque la mejora en las cifras es notable, habrá que guardar prudencia en la interpretación, pues gran parte del movimiento se debe a lo observado con el componente no subyacente, que cayó de 5.37 a 4.15 por ciento”, señaló Marcos Arias, analista de Monex.
Lo anterior obedece tanto por el inicio del programa de subsidios a la electricidad en regiones con temperaturas elevadas, como por las caídas que presentaron algunos productos agropecuarios que habían subido mucho en quincenas pasadas, especialmente el huevo y el pollo.
En cambio, dijo, la inflación subyacente (que es la que más preocupa) tuvo un descenso mínimo y cumple siete meses arriba de 8 por ciento anual anual, lo que presionará a Banco de México para no relajar la postura y entregar un nuevo incremento de 25 puntos base en la reunión del próximo jueves, señaló Arias.
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Datos quincenales de inflación
En la primera parte del mes, la inflación registró una variación de 0.15 por ciento con respecto a la segunda quincena de febrero.
Los productos y servicios que más subieron deprecio fueron transporte aéreo; limón; restaurantes y similares; servicios turísticos en paquete; tortilla de maíz; vivienda propia; loncherías, fondas, torterías y taquerías; leche pasteurizada y fresca; papa y automóviles.
Con esto, analistas consideran que persisten presiones en el rubro de servicios y en mercancías alimenticias.
“Siguen observándose presiones dentro del subcomponente de servicios, con un incremento quincenal de precios de 0.35 por ciento, por arriba de la inflación quincenal promedio para este componente de 0.22 por ciento en los 10 años previos. Con esto, la inflación de servicios se ubicó en 5.68 por ciento anual, su mayor nivel desde la segunda quincena de febrero del 2003”, señaló Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.
El analista de Monex consideró que, con estos resultados, existen “sentimientos mixtos”, ya que -dijo- la inflación desciende por razones que no facilitarán el regreso a las condiciones deseadas de estabilidad de precios.
“Aunque en el horizonte actual, las circunstancias hacen pesar que el desempeño de todo el año no será tan negativo como el de 2022, sigue habiendo una amplia vulnerabilidad ante shocks que pudieran aparecer de manera súbita”, añadió.
FP