La inflación en México aceleró a 3.74% en la primera quincena de febrero, por encima del dato de la segunda parte de enero (3.48%) y ubicándose en su nivel más alto desde la última quincena de 2024 (3.69%).
Cabe mencionar que la inflación repuntó sobre todo por efectos base de comparación, debido a que la primera quincena de febrero del año pasado fue atípicamente baja; sin embargo, el rubro subyacente se ubicó muy cerca de su promedio de 2003 a 2019 en 3.65 por ciento.
De acuerdo con Intercam Banco, lo anterior abona a la expectativa de que el Banco de México (Banxico) hará un nuevo recorte en su tasa de fondeo en 50 puntos base.
De forma precisa, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indicó que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que mide la variación de los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares mexicanos que adquiere una o un consumidor promedio, aumentó 0.15% respecto a la quincena anterior.
Informó que el rubro subyacente, que excluye bienes y servicios con precios más volátiles o que no responden a condiciones de mercado, se incrementó en 0.27% a tasa quincenal. A su interior, los precios de las mercancías subieron 0.21% y los de servicios, 0.32 por ciento.
“La aceleración en la inflación subyacente hace evidente que aún existen riesgos al alza para la inflación. Esto es relevante, ya que la inflación subyacente determina la trayectoria de la inflación en el mediano y largo plazo”, señaló Banco BASE.
Al interior, las mercancías registraron una inflación quincenal de 0.21%, la más baja para una quincena igual desde 2014 (0.10%).
En contraste, la inflación en servicios se ubicó en 0.32% quincenal, alcanzando su mayor nivel para una quincena igual desde 2002 (0.49%), lo que sugiere que este subcomponente sigue siendo un factor de presión al alza de la inflación subyacente.
A tasa anual, la inflación subyacente se ubicó en 3.63%, acelerándose ligeramente desde la quincena previa, su nivel más alto desde la primera quincena de enero (3.72%).
Por su parte, el índice de precios no subyacente disminuyó 0.25% a tasa quincenal. Dentro de este, los precios de los productos agropecuarios cayeron 0.81% y los de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno crecieron 0.18 por ciento.
Lo anterior se debió a la inflación de -4.05% en las frutas y verduras. La disminución en precios estuvo liderada particularmente por el jitomate, los nopales y las calabacitas.
“La caída en los precios de agropecuarios fue moderada por el aumento en los productos pecuarios, que registraron una inflación quincenal de 1.45%, la más alta para una quincena igual desde 2023 (1.68%) y previo a este año, desde 1996 (2.91%)”, resaltó Banco BASE en un análisis.
Al interior, el alza estuvo liderada particularmente por el huevo (cuyo precio sigue presionado por el impacto de la gripe aviar), la carne de res y la carne de cerdo.
Por otro lado, la inflación de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno se ubicó en 0.18% quincenal, desacelerándose desde el 0.39% registrado en la quincena previa. Además, se trató de la menor inflación para una quincena igual desde 2020 (-0.38%).
A tasa anual, este componente se colocó en 3.98, su mayor nivel desde la segunda quincena de diciembre de 2024 (4.91%).
De esta forma, ambos rubros interrumpieron una racha en la que acumularon seis quincenas consecutivas de desaceleración.
“Considerando lo anterior, Grupo Financiero BASE estima que la inflación cerrará el 2025 en 3.9% y que el Banco de México seguirá recortando la tasa de interés para cerrar el año en 8.5 por ciento”.
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