La industria de autopartes percibe que la próxima instalación de una nueva planta de Tesla en México y el proceso de relocalización de empresas o “nearshoring” se convertirán en los grandes “trampolines” del sector que lo harán crecer a tasas de hasta 7%.

De momento no es posible estimar cuántas empresas de autopartes pueden llegar a México para proveer de partes y componentes a la planta de Tesla –la fabricante de autos eléctricos más importante del mundo—, que se ubicará en Santa Catarina, Nuevo León, pero es altamente probable que la producción despuntará en el país, aseguró Julio Galván, gerente de Estudios Económicos de la cámara Industria Nacional de Autopartes (INA).

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En conferencia, el experto comentó que la producción de autopartes a nivel nacional alcanzó en 2022 un valor equivalente a 107,617 millones de dólares (mdd), mientras que en 2023 se espera que alcance un monto de aproximadamente 108,928 mdd, esto es un avance de 1.2%.

“Para este año, preveíamos un crecimiento de forma moderada, de 1.2% contra 2022 (…) Pero si hacemos un pequeño zoom sobre lo significativo que es la inversión de Tesla y lo que significará (para el país) podríamos tener un crecimiento de 7%”, aseguró Julio Galván.

En la conferencia, el experto hizo ver que, generalmente, las grandes armadoras automotrices se instalan en un lugar acompañadas de sus proveedores, lo que seguramente sucederá con Tesla, empresa creada y encabezada por el empresario Elon Musk.

Con base en los comentarios del gobierno de Nuevo León, en el sentido de que las obras de construcción de la primera etapa de la Gigafábrica o Gigafactory de Tesla quedarán listas a fines de 2023 o bien a principios de 2024, Julio Galván consideró que dependerá del tiempo que tarde en edificarse la planta y de comenzar operaciones para observar la llegada de sus proveedores.

Asimismo, el representante de INA destacó que se observará una dinámica generación de empleos en la región, gracias a la demanda de la empresa tractora, como de sus proveedores.

En su exposición, Julio Galván mencionó que el fenómeno internacional de reubicación de empresas también tendrá sus efectos positivos para la industria de autopartes del país, ya que se esperan inversiones de aproximadamente 15,000 mdd para los próximos cinco años.

Sin embargo, estas nuevas inversiones tendrán la particularidad que se enfocarán en proyectos relacionados con la producción de baterías y otros componentes necesarios para la industria de autos eléctricos, mercancías que se destinarán para el mercado de Estados Unidos como para el mercado mexicano.

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INA hace ver que nuestro país no es un desconocido para Tesla, ya que al menos 20% del valor de las unidades que produce en la actualidad contiene origen mexicano, derivado de las partes y componentes automotrices.

Es probable que esa proporción aumente en los próximos años con la inminente construcción de la planta de Tesla y su futura producción de autos eléctricos en Nuevo León.

GC