El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) hizo un llamado al gobierno federal a evitar aplicar nuevas medidas de control administrativo para bajar la inflación, toda vez que las llevadas a cabo no han tenido los resultados deseados.

En su Análisis Económico Ejecutivo semanal, la institución apuntó que las acciones lejos de fomentar una baja de los precios, han provocado incertidumbre.

Las encuestas señalan un repunte de la incomodidad por la inflación en el último trimestre de 2022. Ante ello, el gobierno no debe reaccionar mediante controles administrativos a fin de intentar bajar la inflación.

“Se ha visto que medidas como el esquema del gas bienestar y los aranceles sobre la exportación de maíz blanco han sido ineficientes para reducir las presiones de precios y, en cambio, sí han generado incertidumbre en los mercados”, señaló el Centro.

La institución que elaborara el análisis e investigación de la coyuntura económica, abundó que, incluso, el caso del maíz es hasta violatorio del Tratado comercial con Estados Unidos y Canadá, el T-MEC, lo cual “es un riesgo innecesario”.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los precios al consumidor aumentaron 0.46% en la primera quincena de enero, impulsados principalmente por el alza de 0.44% en los precios del subíndice subyacente, que fue el origen del 72% del incremento general de precios.

Al interior del indicador subyacente sobresale el incremento de 0.75% en alimentos bebidas y tabaco, que generó el 35% del total de la inflación, la presión se concentró en los alimentos, que se encarecieron 0.52% causando el 30% de la inflación total. También, el incremento de precios de los servicios fue elevado, 0.3%; ahí destaca el alza de 0.3% en vivienda y otros servicios, así como el de 0.35% en educación.

Por su parte, el rubro no subyacente aumentó 0.51% en la primera quincena, principalmente por el incremento de los precios de energéticos (0.54%) y tarifas autorizadas por el gobierno (0.87%). Por su parte, los precios agropecuarios subieron 0.35%.

Así, en su comparación anual, los precios al consumidor se elevaron 7.94% (vuelven a acumular tres quincenas consecutivas al alza). La inflación subyacente se ubicó en 8.45%, la más elevada en las últimas cuatro quincenas. Por su parte, la no subyacente fue de 6.44%.

CEESP

Al respecto, el CEESP indicó que la inflación de la primera quincena de enero reflejó actualizaciones de precios que “normalmente suceden cada inicio de año”; sin embargo, “las cifras sugieren que persisten fuerzas inflacionarias plasmadas sobre todo en los precios de alimentos”, y dentro de ellos especialmente en los procesados, y en menor medida en mercancías no alimenticias. Además, la inflación subyacente continúa mostrando fuerte resistencia a la baja.

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Agregó que ello, probablemente se relaciona con problemas de oferta o con expectativas de inflación que persisten, “quizá más que con el consumo, ya que la información más reciente del mismo señala un estancamiento en los últimos meses de 2022”.

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