El gobierno de Estados Unidos interpuso una nueva denuncia laboral contra México, esta vez por la presunta denegación de derechos a la libre sindicalización y a la contratación colectiva en la planta de la empresa Industrias del Interior (INISA), fabricante de ropa de mezclilla, ubicada en el estado de Aguascalientes.

Se trata de la décima acusación que presenta el gobierno estadounidense, conforme al Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida, un recurso jurídico del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Asimismo, es la primera acusación de una industria diferente a la automotriz y de autopartes, que es la que ha originado la mayoría de las quejas presentadas hasta el momento.

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La oficina del Representante Comercial del gobierno de Estados Unidos notificó este lunes al gobierno mexicano de la nueva denuncia laboral, vía la Secretaría de Economía, para que revise la situación de INISA, lo que implica que las autoridades mexicanas tendrán un lapso de 10 días en aras de investigar el caso y decidir si aceptan o no intervenir.

“Este anuncio demuestra nuevamente el compromiso de la administración Biden-Harris para utilizar el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida en la salvaguarda de los derechos de los trabajadores y las promesas plasmadas en el T-MEC”, dijo Katherine Tai, la representante Comercial del gobierno estadounidense, citada por un comunicado de su oficina.

“Estados Unidos subraya su intención de garantizar que los trabajadores de todos los sectores tengan derechos de libertad de asociación y de contratación colectiva. Como en casos anteriores, tenemos el deseo de trabajar cerca del gobierno mexicano en aras de atender las particularidades presentes en este caso”, agregó la funcionaria.

Estados Unidos tuvo conocimiento de la situación por medio de la organización obrera Frente Auténtico del Trabajo (FAT) y por el Sindicato de Industrias del Interior, ambas del llamado sindicalismo independiente, quienes señalaron que INISA ha incurrido en actos de intromisión sindical e intimidación laboral.

La compañía ha tratado de presionar a los trabajadores para imponerles los aumentos salariales que quiere pagar y de esa manera no entablar una negociación efectiva para revisar salarios y las cláusulas del contrato colectivo de trabajo.

También ha habido despidos de trabajadores que han rechazado las imposiciones de la empresa, además de que INISA se niega a reconocer y tener una relación bilateral con el Sindicato de Industrias del Interior.

En este sentido “se determinó que existe evidencia suficiente y creíble de la denegación de derechos laborales que habilita, de buena fe, la invocación del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida”, refirió el comunicado.

Si México acepta revisar la situación de INISA, tendrá 45 días para completar su investigación y proponer un remedio que resarza el daño provocado a los trabajadores.

GC