Tras conocerse el acuerdo entre el gobierno mexicano y la española Iberdrola, para la compraventa de 13 de sus plantas existentes en México, queda claro que la compañía de energía resultará ganadora, porque la desincorporación de esos activos está en línea con sus prioridades de negocio, en el sentido de concentrarse en energías renovables.
Además, Iberdrola recibirá un monto de 6,000 millones de dólares (mdd) por esas plantas de electricidad que ha desplegado en el país en los últimos 20 años, destacó el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), en un comentario sobre la operación que se dio a conocer ayer y que el gobierno federal ha calificado como “la segunda nacionalización de la industria eléctrica”.
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Sin embargo, no queda claro cuál será la ganancia para el gobierno mexicano, ya que la transacción implicará el uso de presupuesto público como respaldo financiero, además de que el gobierno federal no será propietario directo de esos activos, agregó el Imco.
“Iberdrola —nada tonto— se deshace de plantas de generación fósiles (salvo una eólica) para ir adaptándose a los nuevos tiempos e irse moviendo a renovables. Y en el camino, recibirá 6,000 mdd”, comento Valeria Moy, directora general del Imco, a través de su cuenta de Twitter.
Iberdrola —uno de los grandes jugadores internacionales en materia de energía eléctrica— se ha planteado metas para reducir las fuentes fósiles en sus operaciones de generación de electricidad e incrementar las fuentes renovables, en aras de generar más energía limpia y disminuir las emisiones contaminantes.
Hace unos meses, la compañía anunció un plan de inversiones por cerca de 51,000 mdd para proyectos de energía renovable, de modo que la venta de las plantas de México “le permite liberar capital privado en proyectos fósiles de mayor antigüedad a nuevos proyectos de energías limpias”, refirió el Imco en su análisis.
Como se ha informado, 12 de las plantas objeto de compraventa en México son de ciclo combinado —trabajan con base en gas natural—, mientras que una constituye una central de energía eólica.
Una transacción ¿favorable para el gobierno mexicano?
Pero en el caso del gobierno mexicano, el Imco manifestó sus dudas sobre los beneficios de la transacción, en la medida que los activos corresponden a plantas de fuentes fósiles, que contribuyen a la generación de emisiones contaminantes.
Además, como se ha informado, la compraventa de las 13 plantas se realizará mediante la compañía Mexico Infrastructure Partners, que constituye una administradora de fondos de inversión especializada en inversiones en proyectos de infraestructura y energía.
El gobierno mexicano tiene una participación en Mexico Infrastructure Partners como un inversionista, a través del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), al igual que otras instituciones públicas, de ahí que no puede decirse que el gobierno mexicano hace la compra de los activos, consideró el Imco.
“El contar con financiamiento del sector público no cambia que legalmente la propiedad de las centrales se mantendrá privada. Sin embargo, todavía no es público a cuánto asciende la participación de las entidades públicas, hasta el momento se desconoce la composición del capital del fideicomiso que gestionará estas centrales”, destacó el Imco en su análisis.
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Si bien el gobierno federal ha manifestado que las 13 plantas serán administradas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para fortalecer sus capacidades de generación de energía, tampoco puede decirse que los activos serán parte del patrimonio de la empresa productiva del Estado, ni que aumentará su participación en el mercado eléctrico nacional.
Además, el Imco hizo ver que 10 de las plantas operan bajo la figura de productores independientes de energía (PIE), que son centrales privadas que venden toda su producción a CFE; mientras que tres operan en el mercado mayorista, esto es que son plantas privadas que venden energía directamente a empresas que son grandes consumidoras de electricidad.
“El gobierno federal argumenta que el porcentaje de generación eléctrica bajo control de la CFE se incrementará de 39.6% a 55.5%. No obstante, es necesario subrayar que la mayor parte de esa generación ya está bajo control de CFE, dado que los PIE ya forman parte de la matriz de generación de la empresa a través de la subsidiaria CFE Generación V (…) En otras palabras, estas centrales operan legalmente en los términos impuestos por la empresa y forman parte jurídica, contable y económicamente de la CFE”, destacó el Imco.
No es una “nacionalización” de la industria eléctrica
En este sentido, el organismo negó que la compraventa de las 13 plantas de Iberdrola en México signifique “una nacionalización” de la industria eléctrica ni un cambio en el régimen de propiedad, ya que los activos pasan de manos privadas a otras manos privadas.
El Imco y Valeria Moy —en su cuenta de Twitter— insistieron en que el gobierno sí acudirá al dinero público para respaldar financieramente la transacción, en cantidades que no se han precisado, lo que debe ser un motivo de auditoría y transparencia.
“¿Cuántos recursos públicos se usarán en algo que no era necesario usarlos? Pues todavía no lo sabemos, no ha habido claridad en el tema. Pero todos sabemos que los recursos públicos son, por definición, escasos”, concluyó Valeria Moy.
GC