El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) indicó que la falta de recursos seguirá siendo un riesgo para las finanzas públicas del país en 2025 y advirtió que “es absolutamente falso” que México no va a endeudarse, tal y como asevera el gobierno federal.
En su análisis semanal, el organismo del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) retomó que el pasado 28 de abril, el banco central informó que el resultado neto del ejercicio 2024 del Instituto fue de 836,766.8 millones de pesos, de los cuales 737,539.8 millones se canalizaron a la amortización de pérdidas acumuladas de ejercicios anteriores, en tanto que se aprobó aumentar la reserva de capital de la institución en 81,232.2 millones.
Así, el remanente de operación, que debió entregar a más tardar en abril al gobierno federal, resultó ser de solo 17,994.8 millones, cantidad muy por debajo de las estimaciones que anticipaban un máximo posible de hasta 300,000 millones.
Lo anterior no fue bien recibido por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien señaló que pronto informaría a la población sobre cómo se utilizarán los recursos.
Cabe mencionar que el uso de este dinero está prácticamente definido en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH), la cual establece que al menos 70% del remanente se debe destinar a la amortización de la deuda pública del Gobierno Federal o a la reducción del Déficit Presupuestario, o bien, una combinación de ambos conceptos.
El 30% restante se puede utilizar para fortalecer el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios o al incremento de activos que fortalezcan la posición financiera del Gobierno Federal.
Para el CEESP, el hecho es que los 17,994.8 millones “son poco significativos para realmente incidir en beneficio de las cuentas del sector público, sobre todo en un momento en el que la necesidad de recursos se incrementa significativamente”.
Lo anterior, considera, “incidirá en los niveles de endeudamiento público”.
“Así, aun cuando las autoridades afirmen que México no va a endeudarse, eso es absolutamente falso”.
En ese sentido, el Centro retomó que en las estimaciones del documento de Criterios 2025, al cierre del sexenio el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público (SHRFSP), que es el concepto más amplio de deuda del sector público, se prevé en casi 25 billones de pesos, lo que implica un aumento de 7.5 billones en la deuda pública.
“El resultado sería muy lejano a la aseveración oficial de que el gobierno no se endeudará”, aseveró.
Cabe mencionar que en el último informe de finanzas públicas de la Secretaría de Hacienda se mostraron resultados generales “razonablemente positivos” del primer trimestre del año, pues los ingresos totales aumentaron 11.0%, respecto al mismo lapso del año pasado, impulsados en buena medida por el alza de 21.3% en la recaudación por concepto del impuesto sobre la renta y del aumento de 20.9% resultado de la recaudación de IVA.
Al respecto, el CEESP mencionó que si bien son buenos resultados, es poco probable que se mantengan a lo largo del año ante el debilitamiento esperado de la actividad económica.
En tanto al gasto, se observó una disminución de 5.9% en el primer trimestre.
“Es un buen desempeño en línea con el objetivo de austeridad del sector público. Sin embargo, esto puede no ser tan benéfico, puesto que implica la menor asignación de recursos en rubros importantes para el bienestar de las familias”, manifestó el organismo.
Por su parte, en el gasto programable, es decir, por el lado de quien ejerce el recurso, se observó que el hecho en educación cayó 34.7% anual, el de salud lo hizo en 13.8% y el de bienestar, que es uno de los más representativos del presupuesto ligado al bienestar de los hogares, disminuyó 26.8 por ciento.
Asimismo, en el caso del gasto programable por su clasificación funcional, que refleja la finalidad de la asignación de los recursos, hubo una disminución relevante en Desarrollo Social, que tuvo una caída de 11.3%, impulsado por la baja de 45.8% en el gasto en protección ambiental, de 14.3% en el de salud y de 19.0% en el de educación.
El gasto de gobierno se contrajo 10.0%, mientras que el de desarrollo económico lo hizo en 5.5%.
“La falta de recursos seguirá siendo un riesgo para las finanzas públicas del presente año, con consecuencias posiblemente desfavorables en la prestación de servicios y bienes públicos”, concluyó el CEESP.
er