En la economía mexicana se ha observado en el último año un aumento significativo de la incidencia y duración de retrasos en los pagos de las entidades gubernamentales a sus proveedores, con demoras que han alcanzado hasta 200 días

Los retrasos obedecen a diversas causas, entre las que destacan presiones presupuestales y dificultades operativas en las entidades de los tres niveles de gobierno que contratan a proveedores para la prestación de diversos bienes y servicios, aseguró Fitch Ratings, agencia calificadora de deuda, en el reporte “Pagos atrasados de gobierno desafían la resiliencia de proyectos de disponibilidad de México”.

Te puede interesar: Pemex promete pagar deudas con proveedores antes de concluir el sexenio

Derivado de los retrasos en los pagos, que llegan hasta periodos de 200 días, se generan presiones en la liquidez de los proyectos de negocios que dependen de esos ingresos. De manera que los proveedores tienen dificultades para cumplir con sus obligaciones operativas y financieras, lo que por tanto deteriora su capacidad de pago y su perfil crediticio. 

Ante los largos periodos de pago, los proveedores hacen uso recurrente de sus fondos de reserva, con lo que estos recursos se convierten en capital de trabajo y se dejan a los proyectos sin un margen para enfrentar eventos inesperados.

Fitch mencionó en su reporte que dos de sus clientes de calificaciones crediticias enfrentan retrasos en sus pagos, que son las empresas: Desarrollo y Operación de Infraestructura Hospitalaria de Ixtapaluca, S.A.P.I. de C.V. (DOIHI) y APP Coatzacoalcos Villahermosa S.A.P.I. de C.V. (APP Coatzacoalcos).

Te puede interesar: Programa “Bachetón” abarcará 44,600 kilómetros de carreteras federales

Por lo pronto, Fitch encuentra que estas empresas han podido sortear la situación y han logrado mantenerse operativas, a pesar de los retrasos en sus pagos, a cargo de entidades de gobierno.

“Sus calificaciones crediticias se han mantenido sin cambio, ya que han contado con liquidez interna suficiente para absorber el impacto de un ciclo de negocio más largo”, refirió la calificadora.

También ayuda el hecho de que algunos proyectos pueden tener flexibilidad para diferir los costos de operación, sobre todo en los casos en los que el concesionario es el mismo desarrollador.

Te puede interesar: SHCP niega recorte drástico a infraestructura en 2025

“Aunque por ahora la situación de los retrasos parece estar controlada, Fitch considera que un deterioro mayor en los días de pago podría tener consecuencias negativas en las calificaciones de su portafolio, por lo que continuará monitoreando de cerca el comportamiento de los pagos provenientes de entidades de gobierno”, concluyó Fitch.

GC