La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estimó que la economía mexicana cerrará el año 2022 con una tasa de crecimiento de 2.9%, cifra que mejora el pronóstico anterior de 1.9%.
Sin embargo, para 2023, el organismo internacional confirmó una expectativa de 1.1%, por lo que el crecimiento del próximo año será menor que el del año en curso, en línea con lo que sucederá con el resto de América Latina.

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En una presentación sobre proyecciones económicas para el próximo año, la Cepal estimó que América Latina en su conjunto crecerá 3.7% en 2022, superior al 3.6% pronosticado anteriormente, pero apenas poco más de la mitad de la tasa de 6.7% que se consiguió en 2021.
Para 2023, se estima que se profundice la desaceleración del crecimiento económico de la región y que se alcance una tasa de 1.3%, que representa una breve disminución respecto al cálculo previo de 1.4%.
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Según la Cepal, la desaceleración comenzó en el segundo semestre de 2022 y refleja tanto “el agotamiento del efecto rebote en la recuperación de 2021”, como “los efectos de las políticas monetarias restrictivas, mayores limitaciones del gasto fiscal, menores niveles de consumo e inversión y el deterioro del contexto externo”.
“Las respuestas de política monetaria adoptadas a nivel mundial, en un contexto de aumento en la inflación global, han probado incrementos en la volatilidad financiera y en los niveles de aversión al riesgo, y por tanto, han inducido menores flujos de capital hacia economías emergentes”, agregó la institución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La Cepal señala que la coyuntura impone desafíos al manejo macroeconómico. Por ejemplo, en materia fiscal hay, que evitar ajustes prematuros al gasto y ampliar el espacio fiscal a través de la reducción de la evasión y elusión fiscales, y la revisión de los gastos tributarios, reformas que aumenten la recaudación y la progresividad de la estructura tributaria y el apoyo multilateral, a través de la movilización de la liquidez global, consideró la Cepal.
GC