La presidente Claudia Sheinbaum aseveró este domingo que la integración entre México y Estados Unidos es muy fuerte, por lo que cualquier modificación podría generar desajustes en ambos países.

Durante la Asamblea a la que convocó para informar sobre el asunto de los aranceles estadounidenses, la mandataria resaltó que, cada año, casi 23 millones de estadounidenses visitan México, y se estima que en el país viven más de un millón de personas de esa nación, “de modo que estamos destinados a tener una buena relación de amistad y de cooperación”.

Así mismo, debemos resaltar que las economías de México y Estados Unidos están muy integradas y que cualquier cambio producirá desajustes en ambos países”, advirtió.

Bajo ese contexto, la jefa del Ejecutivo indicó que se debe aprovechar que “estamos en el mejor momento para convertir a nuestra región (Norteamérica) en la más importante del mundo y competir así con otras.

En este punto, destacó que la gran mayoría de las empresas que exportan bienes a EU son estadounidenses, por lo que aplicar aranceles indiscriminadamente afectaría mayormente a compañías de ese país.

Un estudio reciente explica que las empresas de Estados Unidos que invierten en México se vuelven más productivas, lo que les permite que por cada 131 empleos que generan en nuestro país, se generen 333 en EU”.

Así, dijo, “es menester fortalecer nuestra relación económica, respetando nuestras soberanías, en vez de confrontarnos”.

Como lo he mencionado en diversas ocasiones, nosotros no competimos, nos complementamos, y con ello fortalecemos nuestras economías y el bienestar de nuestros pueblos”, acentuó.

La mandataria añadió que desde la firma del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), se concibió que la complementación será la única opción para enfrentar con éxito la competencia que significa el avance económico y comercial de países asiáticos.

Nuestra propuesta, incluso, ha sido que no solamente integremos América del Norte, sino que también, en los sucesivo, la integración económica y comercial de todo el continente, convirtiéndonos en la región más poderosa del mundo sin exclusiones, con prosperidad y con respeto a la libertad, la independencia y la soberanía de todos los pueblos y naciones”.

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