El consumo privado, que ha sido uno de los impulsores del crecimiento económico del país en lo que va del año, se encamina a un estancamiento, ya que así lo anticipan indicadores oportunos al mes de julio.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que el Indicador Oportuno del Consumo Privado (IOCP) alcanzó en julio pasado un nivel de 124.5 puntos, lo que representó una variación de 0% en relación con junio, cuando el Indicador también se ubicó en 124.5 puntos.

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El IOCP de junio logró un leve repunte de 0.4% que, al compararse con la variación de 0% de junio, muestra que el consumo de los hogares se mantuvo igual en los dos meses.

El Indicador ofrece una primera estimación –con un mayor margen de error estadístico— sobre la tendencia que observa el consumo privado, esto es los gastos que hacen los hogares para adquirir los bienes y servicios que necesitan en su vida diaria.

Se trata de una medición, con datos preliminares, que solo refleja si el consumo privado está en expansión o en decremento, pero que no mide la tasa de crecimiento del consumo, lo cual se puede conocer a través de otros indicadores.

Asimismo, el IOCP observó un incremento de 3.5% en julio pasado, respecto al mismo mes de 2022, variación que también se repitió en el comparativo interanual junio-junio.

Debido al empleo y la recuperación de los salarios, los hogares han tenido capacidad de compra para enfrentar sus necesidades materiales, lo que ha contribuido al buen desempeño de la economía en el primer semestre del año.

Sin embargo, se advierte una desaceleración en el segundo semestre de 2023, por la inflación, y por la política monetaria restrictiva que está encaminada a hacer bajar el nivel general de precios, con el efecto colateral de encarecer el crédito y desalentar el consumo.

GC