La recuperación de Categoría 1 de seguridad aérea para México tendrá un efecto favorable especialmente para las aerolíneas nacionales y que tienen vuelos hacia y desde Estados Unidos, al poder registrar nuevas rutas y nuevas frecuencias.
Pero en el caso de los aeropuertos nacionales “el efecto será neutral”, debido a que las terminales han podido atender la demanda existente de las aerolíneas nacionales e internacionales, advirtió Moody’s Investors Service, a través del reporte “Mercados emergentes México. La evaluación de seguridad aérea de Estados Unidos beneficia a las aerolíneas y es neutral para los aeropuertos”.
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La semana pasada, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) restituyó a México la Categoría 1 de seguridad aérea, después de dos años y cuatro meses de haber sido degradado a Categoría 2.
Con la recategorización, las aerolíneas mexicanas podrán registrar nuevas rutas y frecuencias de vuelos entre México y Estados Unidos, así como nuevas naves, lo que constituye una buena noticia ya que Aeroméxico y Volaris han hecho compromisos de adquisición de nuevo equipo para impulsar su crecimiento, tras la crisis por la pandemia del Covid-19.
Asimismo, las aerolíneas mexicanas y norteamericanas podrán restablecer negociaciones para concretar nuevos acuerdos de código compartido, en aras de ofrecer viajes conjuntos.
Según la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) ha dicho que en los próximos meses pueden autorizarse 50 nuevos vuelos entre México y Estados Unidos, lo que tiene un potencial de transportar a un millón de pasajeros adicionales.
“El anuncio es positivo en calidad crediticia para las aerolíneas mexicanas con importantes negocios internacionales, particularmente para Aeroméxico y Volaris. Aeroméxico tiene importantes órdenes de nuevos aviones, y un largo periodo bajo Categoría 2 pudo impedir a la empresa de alcanzar sus planes de negocio”, refirió Moody’s en su reporte.
Aeroméxico compró en 2022 19 Boeng MAX y un B787-9, conocido como Dreamliner, y también firmó acuerdos para adquirir 24 MAX y cuatro nuevos Dremliners.
Volaris dijo a principios de 2023 que se preparaba para redistribuir cerca de 5% de su capacidad entre el mercado nacional y el mercado transfronterizo, lo que pensaba concretar en el transcurso del cuarto trimestre del año.
“La eficiencia del combustible mejorará en la medida que las aerolíneas reasignen naves de rutas nacionales a rutas transfronterizas de larga distancia, una situación crítica para que las aerolíneas estén en condiciones de mantener una adecuada calidad crediticia. A pesar de que los precios del petróleo han disminuido desde 2021, una desaceleración de la demanda y un suministro restringido hacen impredecible la situación para los próximos 12 meses”, refirió Moody’s.
Pero en el caso de los aeropuertos, la agencia de calificación crediticia considera que la recategorización de México será “neutral” para los aeropuertos del país, debido a que “el cambio de estatus no reforzará significativamente el tráfico de pasajeros”.
Los aeropuertos ya se han beneficiado de una fuerte demanda que ya sido atendida tanto por las aerolíneas nacionales como internacionales. De esta manera, la mayoría de las terminales aéreas del país se han recuperado completamente e incluso en 2022 ya superaron los niveles de afluencia de pasajeros que tenían prepandemia.
El comentario de Moody’s es relevante, en la medida que el gobierno mexicano ha visto en la recuperación de la Categoría 1 una oportunidad para impulsar las actividades del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), estrenado en 2022, y el cual todavía no alcanza sus objetivos de tráfico aéreo ni de pasajeros.
Sin embargo, existen otros aspectos que pueden comprometer la calidad crediticia de los aeropuertos, específicamente el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Moody’s advierte que la reducción de operaciones aéreas de 52 a 43 por hora, que entrará en vigor a partir de enero de 2024, no parece afectar de manera grave a la economía de la terminal; sin embargo, la disposición del gobierno mexicano sí sienta un precedente sobre nuevas disposiciones de este tipo que pudieran incorporarse más adelante y que sí pudieran afectar la calidad crediticia del AICM.
GC