La economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, señaló que, derivado del impacto de la pandemia del Covid-19, el mundo entró a una etapa en la que los bancos centrales ya no tienen espacio para mantener políticas monetarias laxas.

Durante su participación en un evento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la financiación de vacunas, mencionó que con la incertidumbre generada por las mayores presiones inflacionarias y por la nueva variante Ómicron, los titulares de los Institutos centrales se enfrentan a nuevos y desafiantes ‘tradeoffs’.

“Ahora estamos en la fase en la que los países de todo el mundo simplemente no tienen el espacio para mantener una política monetaria muy laxa, para mantener las tasas de interés extremadamente bajas.

“Estamos viendo que las presiones inflacionarias se están acumulando en todo el mundo. Ello nos hace pensar en una situación que podría hacer que esta pandemia dure más tiempo, haya interrupciones de suministro más prolongadas que estén ejerciendo presiones inflacionarias, y luego corremos el riesgo real de algo que hemos evitado hasta ahora: las preocupaciones sobre la estanflación”, indicó este jueves la economista.

La semana pasada, Gopinath advirtió que la incertidumbre en torno a las perspectivas económicas mundiales por el desconocido impacto de la nueva variante del coronavirus estaban aumentando “drásticamente” en los últimos días, aunque resaltó que la fuerza de la recuperación económica y la magnitud de las presiones inflacionarias subyacentes variaban significativamente de un país a otro, por lo que “las respuestas de política monetaria al aumento de precios tienen que calibrarse según las circunstancias únicas de las economías individuales”.

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En ese sentido, agregó que en el FMI ven motivos para que la política monetaria de Estados Unidos dé mayor peso a los riesgos de inflación en comparación con algunas otras economías avanzadas, incluida la zona euro. Ello, considerando un PIB cercano a su nivel pre-pandemia, mercados laborales ajustados y presiones inflacionarias de base amplia.

“Sería apropiado que la Reserva Federal (Fed) acelerara la reducción de las compras de activos y adelantara el camino para los aumentos de las tasas de política.

“Con el tiempo, si las presiones inflacionarias se generalizaran en otros países, es posible que sea necesario endurecer las políticas monetarias más y antes de lo que se espera actualmente”.

Bajo ese contexto, dijo, será esencial que los principales bancos centrales comuniquen “cuidadosamente” sus acciones de política monetaria para no desencadenar un pánico en el mercado que tendría efectos nocivos no sólo en su país sino también en el extranjero, especialmente en las economías emergentes y en desarrollo altamente apalancadas.

“No hace falta decir que, dada la incertidumbre extremadamente alta, incluso de Ómicron, los responsables de la formulación de políticas deben permanecer ágiles, dependientes de los datos y listos para ajustar el rumbo según sea necesario”, concluyó Gopinath.

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