Los aranceles que impondría Donald Trump en su regreso a la Casa Blanca no necesariamente generarían una crisis económica en México; sin embargo, sí representará un “atorón económico”, de acuerdo con CIBanco.
En un análisis, la institución financiera apuntó que la aplicación de gravámenes provocaría una reducción significativa de las exportaciones a ese país, lo que afectaría el crecimiento del producto interno bruto (PIB) nacional.
“Esto no implica necesariamente una crisis económica, pero sí un fuerte atorón económico”, opinó.
El banco agregó que “un efecto adicional negativo sería sobre la inversión privada”, relevante para la creación de empleo formal.
Abundó que si los aranceles permanecen por un período largo, la inversión privada “se desincentivaría aún más, lo que impactaría el crecimiento de la economía mexicana este año y los siguientes”.
“Prácticamente desaparecerían los potenciales beneficios por el tema del nearshoring”, advirtió.
Otro impacto, añadió, sería sobre el tipo de cambio.
“Supongamos primero que no hay represalias arancelarias por parte de México. A medida que los consumidores y empresas estadounidenses dejan de comprar o reducen las adquisiciones de bienes mexicanos y los sustituyen por productos locales, en una economía que ya está cerca del pleno empleo ejercería una presión al alza sobre los precios. Esa presión obligaría a la Reserva Federal a subir las tasas de interés para mantener la inflación bajo control”.
Con lo anterior, el dólar se fortalecerá de forma generalizada, particularmente contra el peso mexicano. El tipo de cambio podría ubicarse cerca de las 22.0 unidades por billete verde.
En ese sentido, la institución financiera mencionó que una fuerte depreciación puede provocar presiones inflacionarias en México, pero también —y dependiendo de la magnitud— puede desplazar el efecto negativo del arancel.
“Por ejemplo, un arancel de 25% que provoque una depreciación de 15%, sería lo equivalente a un incremento del arancel de 10 por ciento. Por consiguiente, el impacto negativo en las exportaciones mexicanas será menor a lo inicialmente considerado.
“Es por este resultado que consideramos que no necesariamente la medida resultaría en una recesión económica en nuestro país”, acentuó.
En caso de que sí hubiera represalias por parte de México, prevé que en términos generales se observen los mismos efectos, “con el agravante de que el impacto en la actividad económica de México (y EU) podría ser mayor, y también generarían presiones inflacionarias adicionales en nuestro país”.
“El resultado sería parecido bajo un escenario de aplicación de aranceles a productos o sectores específicos, solo que el impacto negativo existiría en magnitudes menores.
“Para el caso de EU, utilizando el análisis económico, un arancel a todos los productos sería insostenible, sobre todo porque inicialmente quienes se podrían ver más afectados serían los propios consumidores y empresas multinacionales estadounidenses.
“No tiene sentido la medida, ya que sería muy costosa”, concluyó CIBanco.
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