Los aranceles de 25% a productos de acero y aluminio que aplica Estados Unidos desde el pasado 12 de marzo afectarán a 4.7% de la exportaciones mexicanas, esto es un equivalente a 1.5% del Producto Interno Bruto (PIB) de 2024.
Si bien, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, impuso aranceles a los productos de acero y aluminio en su primer mandato —2017 a 2021—, dicha disposición tuvo un alcance más limitado, ya que en aquella ocasión quedaron excluidos las autopartes, los electrodomésticos y electrónicos, refirió Isaac Cruz Pardo, investigador del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), a través de un reporte.
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En esta ocasión, además de que los aranceles se aplican de manera general a todo el mundo, el impacto para México es mucho mayor, ya que fueron incluidos los bienes antes mencionados.
Nuestro país todavía no ha respondido a esta medida de represalia comercial de Estados Unidos con aranceles recíprocos o bien aranceles a otro tipo de productos que son de interés para ese país, pero sigue latente la posibilidad que México ejerza su derecho.
De manera que “si bien esto representa un riesgo para México, la repercusión en la economía estadounidense también sería considerable”, advierte Isaac Cruz.
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El aluminio y el acero son vitales para la fabricación de productos que van desde utensilios hasta aviones y equipo ferroviario.
A los productores de manufactura estadounidenses les conviene precios competitivos que se perderán con los aranceles al acero y al aluminio, ya que costarán 25% más caros, un costo que deberán pagar consumidores y las familias de ese país.
Estados Unidos importó en 2024 cerca de 136,500 millones de dólares (mdd) de los bienes enlistados en ambas proclamaciones presidenciales, cifra que sería afectada por el cobro de aranceles que entró en vigor el día 12 de marzo.
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Las fluctuaciones en los precios se transmitirían, al menos parcialmente, a los consumidores estadounidenses, lo que podría provocar un aumento en los precios de distintos productos.
Por ejemplo, se calcula que el costo de un automóvil individual podría aumentar a 1,500 dólares. Dados los insumos que usan y la importancia del aluminio y el acero en sus cadenas de producción, el sector automotor sería particularmente afectado por las medidas comerciales de la administración Trump, refiere el experto.
La preocupación del sector manufacturero, en particular el automotor, favorece los argumentos de México en una posible negociación del tema arancelario.
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Además, el conflicto arancelario abriría una puerta a otras regiones o países para posicionarse como mejores socios comerciales ante el resto del mundo, lo que no solo afectará a nuestro país, sino también a Estados Unidos.
GC
