Las pérdidas fiscales por las políticas energéticas implementadas por este gobierno ascendieron a 671 mil millones de pesos en 2022, señaló México Evalúa.

Se incluye el apoyo financiero a Petróleos Mexicanos (Pemex), los estímulos tributarios a las gasolinas y los subsidios a las tarifas eléctricas.

El apoyo financiero total a la petrolera fue de 188 mil 300 millones de pesos, es decir, 318 por ciento más de lo aprobado.

En tanto, por la reducción del Derecho de Utilidad Compartida (DUC) de Pemex fueron 161 mil millones.

El DUC, el principal impuesto que paga la empresa del Estado a la Federación, pasó de 65 a 40 por ciento en 2022. Esto ha provocado que la petrolera se quede con la mayor parte de la renta derivada del crudo, en lugar de la Federación.

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 De 2000 a 2014, el gobierno federal se quedaba con 64 por ciento, en promedio, de los ingresos petroleros del Sector Público. En 2022, se quedó con sólo 43 por ciento.

En este costo de las pérdidas fiscales también están los subsidios a transferencias eléctricas, que fueron por 82 mil 400 millones, 8.6 por ciento mayores a los de 2021, destacó Jorge Cano, investigador del programa Gasto Público de la organización.

Además, los faltantes de IEPS a combustibles por los estímulos a las gasolinas fueron por 128 mil millones de pesos, a lo que también se suman pérdidas en el IVA por casi 112 mil millones.

“La política de contención de precios de las gasolinas en 2022 no fue inocua: implicó pérdidas millonarias en el cobro del IEPS del Gobierno federal, que no fueron compensadas por el crecimiento de los ingresos petroleros”, expuso en un análisis.

“De igual forma, contribuyó al estancamiento del IVA, también vinculado con el esquema de estímulos a combustibles. En la parte final de la cadena de efectos está el mayor nivel de endeudamiento desde 1990”, añadió.

FP