En México circulan 250,000 camiones y tractocamiones que ya no deberían estar en operación por su antigüedad y sus malas condiciones físicas, lo que los hace contaminantes e inseguros para la población, de ahí la relevancia de que la Ley de Ingresos de la Federación de 2021 considere incentivos fiscales para la renovación de la flota de vehículos pesados en el país. En una videoconferencia, Miguel Elizalde Lizárraga, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), propuso al Poder Legislativo que considere crear esquemas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas de autotransporte de carga, para que tengan las posibilidades económicas de modernizar los vehículos que administran. Pero lejos de plantearse esos apoyos, “en el paquete económico no hay incentivos fiscales para la renovación vehicular y se eliminan el Fondo Metropolitano y el Fondo de accesibilidad en el transporte público a las personas con discapacidad”, lamentó Elizalde Lizárraga. Hoy día, la flota nacional de camiones, tractocamiones y autobuses tiene una edad promedio de 19 años, por lo que según cálculos de ANPACT, las necesidades de la renovación se estiman en 11,000 y hasta 15,000 unidades adicionales a las que se renuevan anualmente. En este sentido, el líder de los fabricantes de camiones pesados se pronunció a favor de una solución integral para garantizar la actualización y modernización de la flota que transporta personas y mercancías dentro del país y fuera de él. Miguel Elizalde recordó que 100% de los productos que se distribuyen y se entregan en el mercado nacional y 71% de los bienes que México exporta a Estados Unidos lo hacen a través de camiones.
“Los estímulos verdes van ligados a nuestra propuesta y también es necesario impulsar esquemas financiamiento, con profesionalización a los operadores y actualización al marco regulatorio y la supervisión del marco regulatorio”, comentó Miguel Elizalde.
El cambio de las unidades de autotransporte tendrá beneficios notables para el medioambiente y la salud, ya que un solo vehículo nuevo contribuye a reducir 73 toneladas de dióxido de carbono y 50% de partículas contaminantes. Los planes de “deschatarrización” que han funcionado en el país han sido insuficientes sobre todo para las pequeñas y medianas empresas, de ahí la necesidad de considerar otras propuestas como estímulos fiscales y programas de crédito más amplios, concluyó el representante empresarial.