Después de meses y meses de incrementar de manera constante sus expectativas, analistas redujeron ligeramente sus pronósticos de inflación para 2023 y 2023.

Para este año, los especialistas redujeron sus previsiones de 8.50 a 8.36 por ciento, mientras que para el próximo, de 5.09 a 5.07 por ciento.

Sin embargo, los 36 grupos de análisis siguen viendo mayores presiones en el indicador de inflación subyacente, un rubro que comprende mercancías alimenticias y no alimenticias, además de servicios.

Este rubro, dijo ayer Jonathan Heath, subgobernador de Banxico, es sumamente relevante para el banco central al momento de determinar los ajustes en la política monetaria.

En materia de crecimiento, los grupos de analistas que participaron aumentaron, en consenso, su proyección del Producto Interno Bruto (PIB) de 2.1 a 2.8 por ciento.

Sin embargo, para 2023 siguen bajando los pronósticos. En esta ocasión se redujeron de 1 a 0.95 por ciento.

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En cuanto a los factores que podrían impactar el crecimiento en los próximo meses, los especialistas mencionaron como principal riesgo la inseguridad pública, con 17 por ciento de las respuestas.

También destacaron la incertidumbre política interna (12 por ciento), las presiones inflacionarias en el país (11 por ciento), la debilidad del mercado externo y la economía mundial, así como problemas de falta de estado de derecho (7 por ciento en cada caso), y la incertidumbre sobre la situación económicamente interna (6 por ciento).

En cuanto al clima de negocios, 65 por ciento piensa que empeorará en los próximos seis meses; 59 por ciento considera que es mal momento para invertir y 32 por ciento no está seguro, pero 74 por ciento piensa que la economía está mejor que un año atrás.

FP