El nuevo gobierno que encabezará Claudia Sheinbaum Pardo, a partir del 1 de octubre, no necesitará de una reforma fiscal para aumentar la recaudación de impuestos, sino que solo bastará con seguir adelante con las políticas de mejor fiscalización y rechazo a la condonación de impuestos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se encuentra en los últimos días de su sexenio, sugirió a la presidenta electa que también dé continuidad a las políticas de austeridad en el gasto público y de combate a la corrupción.
Te puede interesar: México no necesita una reforma fiscal; “todavía hay mucho por hacer”: SAT
“Yo estoy a favor de que no haya aumentos en los impuestos, porque ayuda mucho el no permitir la corrupción y el que se mantenga una política de austeridad republicana”, dijo el mandatario.
“Si no se permite la corrupción y no se permiten los lujos en el gobierno, las extravagancias, el gasto del presupuesto en salarios elevadísimos, en aviones, en cajas de ahorro especial, en privilegios para los altos funcionarios, no hace falta aumentar impuestos”, agregó el mandatario.
En su conferencia de prensa de todas las mañanas, López Obrador volvió a presumir que en su sexenio aumentó la recaudación como no se había visto antes y sin necesidad de hacer una reforma fiscal.
Te puede interesar: Comisión independiente anima a Sheinbaum a impulsar una reforma fiscal
En 2018, cuando comenzó el sexenio, la recaudación de impuestos concluyó con 2 billones de pesos; pero en 2019 se observó un aumento de 2.5% al lograrse una cobranza de 2.2 billones de pesos.
Este 2024, al corte de agosto, la recaudación federal reporta un monto mayor a 3 billones de pesos.
Las sugerencias de López Obrador a Claudia Sheinbaum para no impulsar una reforma fiscal contrastan con la realidad, ya que el mandatario saliente heredará a su sucesora un déficit fiscal de 6% del Producto Interno Bruto (PIB).
Te puede interesar: Recaudación de impuestos creció 6.1% en enero-julio de 2024
Claudia Sheinbaum ha dicho que en su primer año de gobierno hará lo necesario para recortar el déficit de 6% a 2.5% o 3% del PIB, lo que implicará un recorte presupuestal de casi 1 billón de pesos; sin embargo, la mandataria electa ha anunciado dos nuevos programas sociales de los cuales no queda claro cómo se van a financiar.
GC