Serán revisados los contratos que firmó el gobierno mexicano con empresas petroleras y del sector eléctrico en los sexenios de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, por considerarse que son ventajosos para empresas como Iberdrola y petroleras extranjeras y que no favorecen a Petróleos Mexicanos (Pemex) ni a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Este anuncio lo hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador, al justificar que en el “periodo neoliberal” se benefició “a los llamados hombres de negocios, que no eran más que traficantes de influencias”. El mandatario matizó que los verdaderos “empresarios son personas responsables que tienen ética empresarial.
“Desde Felipe Calderón y con Peña Nieto inventaron que hacía falta construir 12 termoeléctricas y que, para abastecerlas de gas, había que construir gasoductos para comprarlo en Estados Unidos. No hicieron las termoeléctricas y contrataron los gasoductos a precios elevadísimos, a tres o cuatro veces más del costo en el mercado, con cargo a la CFE”, comentó López Obrador en su conferencia de prensa de todas las mañanas.
Según los contratos firmados, los gasoductos no pasaron a propiedad de la CFE, sino que iban a seguir como propiedad de los empresarios aunque no hubo acuerdo del Consejo de Administración de la CFE, porque se consideró que se trataba de contratos ventajosos que sólo beneficiaban a los empresarios, refirió el primer mandatario.
“Lo mismo ha sucedido en materia de hidrocarburos, porque se entregaron 110 contratos con el compromiso de que estas empresas privadas traerían millonarias inversiones extranjeras para incrementar la producción petrolera con las concesiones en aguas someras, pero no fue así, porque las vendieron; hicieron grandes negocios al amparo del poder público”, dijo López Obrador.
El mandatario explicó que existen dos caminos para corregir los contratos luego de revisarlos: llegar a acuerdos, como ocurrió con los empresarios que construyeron reclusorios por concesión federal, o bien acudir a los tribunales internacionales, donde el gobierno mexicano saldría perdiendo porque los tribunales “están siempre a favor de los empresarios”.
Según López Obrador, desde el régimen de Carlos de Salinas de Gortari surgieron banqueros improvisados, sin experiencia, cuando decidió privatizar los bancos “y estos banqueros se dedicaron a robar al pueblo”.
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Con ironía, el mandatario refirió que uno de los banqueros de aquella época, y que carecía de experiencia en la banca, le dijo que siempre había soñado con asaltar un banco, pero que nunca pensó que fuera a tener uno en propiedad.
López Obrador aclaró que su administración no tiene nada en contra de los empresarios, pero aclaró que les envió un mensaje a los directivos de Iberdrola y Odebrecht en el sentido de que “ya no es el tiempo del neoliberalismo” y que “no les permitirá en su gobierno tráfico de influencias”, ya que esas prácticas generaron “en el pasado una crisis sin precedente”.
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GC