La Organización Internacional del Trabajo (OIT) coincidió con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) sobre que el incremento del salario mínimo en el país para 2024 es de los mejores ajustes que realizarán los países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

De acuerdo con Roxana Maurizio, experta de la OIT, con el aumento de 20% -que entrará en vigor desde el primer minuto del 1 de enero-, se recuperará el poder adquisitivo en 110 por ciento.

Este ajuste es uno de los mayores crecimientos entre los países de la OCDE”, señaló la especialista durante la presentación del informe “Panorama Laboral 2023”, en el que se señala que los salarios de la región están cayendo.

La víspera, la STPS aseguró que México es el país de la OCDE que más ha logrado recuperar su salario mínimo en los últimos años.

De acuerdo con la dependencia, el país supera a países como Chile, que reporta un aumento real de 21% para el mismo periodo, o bien como Corea del Sur, que advierte un crecimiento real de 11% igualmente entre 2018 y 2024, 

Incluso, añadió, México tendrá un mejor comportamiento que Estados Unidos, su principal socio comercial, que ha visto una caída real de 21%, entre 2018 y el 15 de diciembre de 2023. También superará a otros países como Reino Unido e Irlanda, cuyos salarios mínimos observan un incremento de 2018 a 2024 de 5% y 7%, con base en las resoluciones de aumentos otorgados en esos países para el próximo año.

Respecto a Chile, la especialista de la OIT resaltó la mejora del salario mínimo y con la reducción de la jornada de trabajo en 2024.

El caso de Chile es particular, porque no ha recuperado completamente la tasa de participación y de ocupación laboral prepandemia, pero la tasa de informalidad es una de las más bajas de la región”, dijo.

De acuerdo con el Informe de la OIT, en 6 de 17 países de Latinoamérica y el Caribe, el valor del salario mínimo fue menor que en 2019, y sólo en ocho países el valor real es significativamente más elevado que en aquel año.

Respecto a la informalidad, Claudia Coenjaerts, directora regional de la oficina de OIT para América Latina y Caribe, expuso que en la región hay persistencia de este segmento del mercado laboral, con un promedio de 48%, aunque hay países que este sector representa 70 por ciento.

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Nos enfrentamos a un escenario complejo, que exige elaborar políticas audaces”, dijo Coenjaerts, quien mencionó que se requiere aumentar la productividad y la cobertura de protección social, la creación de empleos formales, fortalecer el diálogo social y dar empleos a quienes más lo necesitan.

Es importante señalar que el Informe resalta que a casi cuatro años de la irrupción de la pandemia de Covid-19, los mercados laborales presentan una recuperación plena de sus tasas de ocupación. Sin embargo, estos aún se caracterizan por la persistencia de brechas de género, desocupación juvenil, informalidad y pérdida de poder adquisitivo de los salarios.

“Y la disminución del poder adquisitivo de los salarios, tanto mínimos como promedio, es un desafío que impacta negativamente en la calidad de vida de las familias latinoamericanas y caribeñas.

“A pesar de la recuperación del empleo, la masa de ingresos totales laborales aún es inferior a los niveles pre pandemia”, concluyó Coenjaerts.

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