El gobierno federal presentó su Plan Maestro 2023 para la recaudación de impuestos, el cual tiene el foco en reforzar la cobranza entre los grandes contribuyentes y el comercio exterior, mediante la identificación de esquemas de evasión fiscal.
Entre las principales acciones de fiscalización que se emprenderán este año destaca la identificación de los esquemas que involucren a empresas “factureras” y “nomineras” y el fortalecimiento de las revisiones a las operaciones del comercio exterior, informó el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en una presentación que distribuyó la noche de hoy por redes sociales.
La política de recaudación que ha emprendido la presente administración ha tenido resultados favorables, ya que entre 2019 y 2022, la federación ha cobrado impuestos por casi 2 billones de pesos (1 billón 976,446 millones de pesos), cifra que resultó superior en 776,139 mdp respecto a la recaudación tributaria de todo el sexenio pasado.
Lo anterior, gracias principalmente a las medidas de auditoría y eficiencia recaudatoria, aseguró el SAT en su documento.
Los sectores económicos en los que pondrá mayor atención el SAT este año en materia de fiscalización serán las industrias acerera, de electrónicos, alimenticia, energética, automotriz, de bebidas y tabaco, farmacéutica, minera y de la construcción.
En el sector de servicios, las prioridades de la autoridad tributaria serán las ramas de comercio, entretenimiento, servicios inmobiliarios, telecomunicaciones, turismo, además de los servicios financieros y el mercado accionario.
El Plan Maestro 2023 refiere que las conductas a revisar de manera prioritaria serán las pensiones —que no generan impuestos—, la simulación de la figura de “prestación de servicios especializados” para encubrir la subcontratación de personal en labores no permitidas.
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También se revisará la cadena de suministro de hidrocarburos, para identificar si existe alguna forma de evasión de impuestos, así como los derechos mineros.
Otras prácticas que serán objeto de supervisión fiscal más rigurosa serán las reestructuras corporativas y los efectos fiscales en las escisiones y fusiones de empresas, así como las declaraciones de pérdidas fiscales y los contribuyentes que están registrados en regímenes fiscales preferenciales.
Pero en materia de comercio exterior, el SAT será más riguroso para reconocer actividades de subvaluación en operaciones de importaciones y exportaciones de mercancías, así como en uso indebido de los tratados comerciales.
En aras de dar cumplimiento a estos objetivos de fiscalización, el SAT informó que continuará adelante con sus acciones para combatir a las empresas “factureras” y “nomineras”, además de que analizará las partidas atípicas de ingresos y gastos.
También enfocará sus esfuerzos en supervisar las operaciones de importaciones temporales de bienes para la industria de exportación, así como de verificación de origen de las mercancías, lo que permitirá enfrentar la posible evasión de impuestos.
Otra medida consistirá en aumentar las operaciones de vigilancia en carreteras y almacenes para enfrentar el contrabando de mercancías.
GC