Los británicos decidieron salirse, ¿qué sigue? El voto a favor de que Reino Unido (RU) salga de la Unión Europea (UE) se concretó y sorprendió a todos. Las reacciones de los mercados y comunidad internacional fueron intensas y, a pesar de que las encuestas lo sugerían en las últimas semanas, pocos lo tomaron en serio. Los mercados financieros castigaron el voto, causando un fuerte desplome en la libra, la cual opera cercana a sus mínimos desde la década de los 80, mientras que una nueva ola de aversión al riesgo y volatilidad ataca al resto de los mercados. Las bolsas presentan retrocesos de alrededor de 8 % en Europa posbrexit. En México, el impacto ha sido particularmente más negativo para el peso que para la bolsa de valores, el cual, conforme se fueron revelando los resultados, comenzó su depreciación marcando nuevos máximos record intradía. Aun así, las reacciones han sido menos negativas de lo que inicialmente se anticipaba y sin duda no está teniendo el mismo impacto financiero como el que vimos con la quiebra de Lehman en 2008. Las reacciones serán mucho menores que en la crisis (2008-2009) y dado que el proceso será largo, los mercados presentarán episodios de mayores presiones según se desenvuelvan los eventos, pero no parece desarrollarse un escenario fatalista para las variables financieras. Hoy, el esquema europeo -como lo conocíamos- ha cambiado, en particular por los posibles escenarios al final de las negociaciones. Como lo comenté en la columna anterior, la salida de algún miembro de la UE conlleva un proceso, el cual no es inmediato. Hay muchos factores que entran en juego, y la elección de un nuevo Primer Ministro será particularmente relevante, ya que será quien propicie las negociaciones. ¿Qué sigue? RU tiene que dar oficial anuncio a la UE que desea salirse y activar el artículo 50 del Tratado de la UE. Realizado este anuncio (que aún no se hace), la UE establece el proceso de las negociaciones, las cuales se realizarán durante dos años (con posibilidad de extenderse por votación unánime). Durante este periodo se tienen que llegar a acuerdos, tanto de la salida como de la futura relación entre ambas partes. Como usted puede ver, luce complicado. ¿Cuáles pueden ser los posibles escenarios y los temas a los que tenemos que poner atención? Hay dos temas relevantes que serán los más seguidos: 1) la libre movilidad de personas: una de las grandes quejas de ser parte de la UE por parte de los probrexit; y 2) las tarifas a bienes y servicios, en particular el sector financiero, y el rol de Londres como principal centro financiero de la región. Aunque hay mucha incertidumbre alrededor de lo que la UE estaría dispuesto a negociar, podemos vislumbrar algunos esquemas, los cuales podrían variar desde: i) un área económica europea al estilo Noruega e Islandia; ii) acuerdo europeo de libre comercio; iii) acuerdos bilaterales de libre comercio, en momentos donde parece cada vez más complejo hacer negociaciones comerciales; iv) uniones aduaneras al estilo Turquía; o v) del otro lado del extremo, un acuerdo apegado a la Organización Mundial del Comercio con reglas estipuladas dentro de estos acuerdos internacionales. Según lo que hemos observado en las recientes sesiones, las autoridades europeas han mostrado sorpresa pero también parecen mostrarse más a favor de que el proceso comience pronto. Jean-Claude Juncker (presidente de la Comisión Europea) inclusive instó a las autoridades a dar aviso formal para comenzar el proceso, el cual una vez activado no parece haber vuelta atrás. Todavía hay mucho que digerir y muchos factores que pudieran dar resultados diferentes. El proceso va a ser doloroso y arduo para ambas partes, a lo que los mercados principalmente irán reaccionando y hasta cierto grado se irán acostumbrando a tener encabezados continuos sobre el proceso. Sobre la posibilidad de que en realidad brexit no se materialice, me resulta un poco más difícil de anticipar, ya que el capital político de los probrexit radica en la fuerte participación de los votantes y de la diferencia entre ambos votos. Ya veremos. Todas las opiniones aquí expresadas son a título personal y no representan la visión de Banamex ni de ninguna otra Institución.