El presidente Andrés Manuel López Obrador insistió en que la planta de piedra caliza Sac-Tun —antes Calica— en Playa del Carmen, Quintana Roo, ha provocado un considerable impacto ambiental en la zona, por lo que debe permanecer clausurada, lo que no necesariamente significa que vaya a ser expropiada.
Con estas declaraciones, el mandatario mexicano dio respuesta a los comentarios de Antony Blinken, secretario de Estado del gobierno de Estados Unidos, quien este martes advirtió que si el gobierno mexicano expropia los terrenos de Sac-Tun —filial mexicana de la empresa norteamericana Vulcan Materials— dará una “mala señal a la inversión” internacional.
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En su conferencia de prensa de todas las mañanas desde Palacio Nacional, López Obrador trató de matizar su contestación al referir que su gobierno no pretende expropiar Sac-Tun, pero retomó sus argumentos en el sentido de sancionar a la empresa por sus daños causados al medio ambiente, a los que llamó “ecocidio”.
“Fue el señor Blinken al Congreso y los congresistas que apoyan a Vulcan Materials en ese ecocidio le dijeron que cómo iba a permitir que expropiáramos nosotros la propiedad de una empresa estadounidense. Yo creo que el secretario de Estado no sabía bien de qué se trataba, porque lo único que alcanzó a decir, es que esas actitudes o esas acciones supuestas de parte nuestra afectaban a la inversión cuando no” es así, aseguró el mandatario mexicano.
En este sentido, López Obrador justificó que su gobierno no pretende atraer inversión extranjera a México “a cualquier precio”, sino que la intención de su administración consiste en fomentar la actividad productiva con respeto al medio ambiente.
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“Nosotros no queremos traer inversión a cualquier precio, mucho menos que venga la inversión a destruir nuestro territorio, no. Mejor que no vengan o que se vayan a otra parte”, aseguró López Obrador.
Por lo anterior, el mandatario dijo que en lo que resta de su administración, las instalaciones de Sac-Tun seguirán clausuradas.
En octubre del año pasado, López Obrador comentó que su gobierno ofreció a Vulcan Materials adquirir las instalaciones de Sac-Tun en Playa del Carmen, pero que la compañía se rehusó a alcanzar un acuerdo en ese sentido.
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Ante esta circunstancia, el mandatario dijo que su administración consideraba la posibilidad de declarar el lugar como área natural protegida (ANP), para tomar control del espacio y resguardarlo de las actividades de la empresa.
El mandatario dijo en ese entonces que su gobierno iba a indemnizar a Vulcan Materials por los terrenos de Sac-Tun, pero que el avalúo establecía un monto de 7,000 millones de pesos (mdp) como máximo y que su gobierno no iba a pagar más dinero, porque entonces iba a convertirse en un acto de corrupción.
GC
