El acuerdo alcanzado entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y el consorcio privado encabezado por Talos Energy para explotar de manera conjunta el campo petrolero Zama, ubicado en aguas del Golfo de México, resultó favorable para la paraestatal mexicana como esperaba el gobierno federal.

Pemex tendrá una participación de 50.4% en el campo, mientras que el resto se dividirá entre sus socios privados: Talos Energy, de Estados Unidos, tendrá una porción de 17.4%; mientras que Harbour Energy —de Reino Unido— se quedará con 12.4% y Wintershall Dea —de Alemania— asumirá 19.8%.

Te puede interesar: “Bombardeo” de nubes en zona del Cutzamala comenzará la siguiente semana

Lo anterior, conforme al plan de desarrollo del campo Zama que presentaron este jueves las cuatro empresas a la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) para su aprobación final, lo que tendrá que desahogarse en un plazo de seis meses.

El acuerdo con las empresas extranjeras y la presentación del plan constituyó un triunfo para Pemex y para el gobierno mexicano, ya que de esta manera se puso fin a un conflicto que mantuvieron durante los últimos años Pemex y Talos Energy, por el control del campo Zama, y que amenazaba con llegar a un panel arbitral internacional, con riesgo de que resultara desfavorable para las autoridades mexicanas.

Al tener una mayor participación, Pemex tendrá poder de decisión sobre la gestión del campo y también se quedará con la mayor parte de los hidrocarburos que se extraigan.

En camino hacia la primera producción

Los cuatro socios conformarán un comité operativo del campo Zama, al que concurrirán representantes de las cuatro empresas.

Asimismo, se conformarán grupos de trabajo que se dividirán de la siguiente manera: Talos y Pemex encabezarán el grupo de planeación, perforación, construcción y terminación de los 46 pozos que se van a explotar en el campo, y también estarán al frente del grupo de planeación, ejecución y entrega de la infraestructura costa afuera.

En tanto que Talos, Pemex y Wintershall Dea encabezarán el grupo de administración del proyecto.

“El anuncio representa un paso importante para impulsar al proyecto Zama. El plan de desarrollo proporciona un plan de trabajo eficiente, con el que esperamos avanzar hacia la primera producción. Asimismo, el equipo de proyecto integrado asigna los roles para cada una de las empresas participantes, una estructura que esperamos haga el mejor aprovechamiento de los talentos de cada empresa y que impulse un óptimo gobierno del proyecto”, comentó Timothy S. Duncan, director general de Talos, citado por un comunicado de la compañía.

Reforma petrolera del sexenio pasado, la raíz del conflicto

Talos Energy se adjudicó el desarrollo del campo Zama, derivado de las rondas petroleras que se realizaron en el sexenio pasado, después de la aprobación de la reforma energética del año 2013.

Sin embargo, resultó que Zama colinda con un campo petrolero administrado por Pemex, de ahí que la Secretaría de Energía (Sener) —bajo la presente administración federal— tomó la decisión de unificar ambos activos y otorgar a la petrolera mexicana el control del campo.

Talos Enegy se inconformó al argumentar que fue ella quien comprobó la presencia crudo en Zama, tras haber realizado tareas de exploración y que, por tanto, le correspondía la administración del activo.

Ante la negativa del gobierno mexicano, la compañía comenzó los preparativos para solicitar un arbitraje internacional, en aras de hacer valer sus derechos, proceso que se frenó ante la apertura de un espacio de negociación.

En junio de 2022, el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que su gobierno estaba en pláticas con Talos Energy para alcanzar un acuerdo sobre el campo Zama.

GC