Grupo México se deslindó de los señalamientos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en el sentido de que persisten agentes contaminantes en la región del Río Sonora, donde en 2014 ocurrió un derrame de desperdicios mineros, atribuible a una de sus empresas que es Buenavista del Cobre.

Ante los comentarios de Semarnat, en el sentido de que se ha detectado la presencia de contaminantes y metales pesados en la flora, fauna, agua y aire del lugar, el grupo empresarial aseguró en un comunicado que la región del Río Sonora se ha visto envuelta en “campañas de desinformación por personas y organizaciones con fines políticos y de desestabilización”.

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Grupo México –encabezado por el empresario Germán Larrea Mota Velasco— contestó este miércoles a un reporte que difundió Semarnat la semana pasada, en el cual asegura que la zona afectada por el derrame de residuos mineros hace casi 10 años no quedó debidamente saneada y que la empresa debe cumplir con sus responsabilidades como causante del accidente ambiental.

En su contestación, la compañía asegura que los análisis de agua realizados en el lugar por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), como refiere el reporte de Semarnat, carecen de validez, ya que no son las instancias correspondientes.

Según Grupo México, quien puede hacer estudios de aguas superficiales es la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris); y para aguas subterráneas, la Comisión Nacional del Agua (Conagua); en tanto que los análisis de suelos los debe hacer la Dirección General de Gestión Integral de Materiales y Actividades Riesgosas (DGGIMAR) de Semarnat.

Asimismo, Grupo México dice en su defensa que en estudio del gobierno federal sobre el Río Sonora no distingue otras fuentes de contaminación que, desde 2014, pudieron tener incidencia en las condiciones ambientales del lugar, como la descarga de aguas negras, la minería ilegal y los pesticidas y abonos agrícolas.

La empresa argumenta también a su favor que la autoridad ambiental desconoce otros estudios y reportes elaborados por instancias oficiales como Conagua y Cofepris en los últimos años, según los cuales “las condiciones ambientales y la integridad de los ecosistemas de los Río Sonora y Bacanuchi son las mismas que existían antes del accidente”.

Además, la presencia de metales en aguas superficiales, aguas subterráneas, sueldos y sedimentos recuperaron sus niveles previos a la fecha del accidente.

En materia de salud, la compañía también dice que se han hecho estudios médicos, epidemiológicos y biológicos, según los cuales no se han identificado estragos para la salud.

En este sentido, Grupo México dijo que estará atento a los requerimientos de información y actuaciones que decidan tomar las autoridades, pero insistió en que la limpieza y recuperación del lugar se cumplió conforme a la normatividad nacional.

“Se reitera que la evidencia científica sostiene que la remediación del Río sonora es reconocida como exitosa y plenamente apegada a la legalidad”, concluyó el comunicado.

GC