A casi un año de haber salido de concurso mecantil, Grupo Famsa —cadena de tiendas minoristas— reconoció públicamente que enfrenta una crisis de flujo de efectivo y que está en grave riesgo de cerrar sus puertas.

En el cuarto trimestre de 2022, la compañía se vio en la necesidad de cerrar 99 tiendas, distribuidas en todo el país, con lo que concluyó el año con un total de 69 sucursales, informó Grupo Famsa a través de un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

Ante la falta de ingresos suficientes, la compañía tuvo dificultades para pagar la renta de los locales, pagar licencias de software, así como el hospedaje de su infraestructura de tecnologías de la información, entre otros gastos.

También explicó que la desaparición de su viejo banco, Banco Famsa, ya no le permite ofrecer facilidades de compra a sus clientes —familias de bajos ingresos en su mayoría—, que adquirían muebles y aparatos electrónicos por medio de crédito. Este era “el principal modelo de negocio”, aceptó la empresa.

Asimismo, la compañía no tiene a su disposición líneas de crédito que le permitan salir adelante.

“Tal y como se informó en el reporte correspondiente al tercer trimestre de 2022, la compañía no cuenta con el flujo de efectivo necesario para mantener la operación de su red de sucursales (…) Por consiguiente, ante la limitación para la obtención de nuevos recursos, la compañía se ve en riesgo de no poder mantener su operación”, concluyó Grupo Famsa.

En febrero del año pasado se dio a conocer que la compañía concluyó su juicio de concurso mercantil, luego de que sus acreedores aceptaron un convenio concursal.

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El acuerdo estableció un compromiso de la empresa para invertir 1,200 millones de pesos (mdp), con el objeto de impulsar las operaciones de la empresa.

El convenio concursal permitió reestructurar adeudos por 10,000 mdp.

GC