El gobierno de Estados Unidos tiene en la mira a Tesla —fabricante de autos eléctricos— no por sus reportes financieros o su actividad en Bolsa, sino por su calidad de fabricación.

La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA en inglés) ha comenzado una investigación, con base en quejas de los clientes de Tesla, en el sentido de que los volantes de los autos Model Y del año 2023 —un vehículo tipo SUV o vehículo utilitario— pueden desprenderse en plena conducción de las unidades.

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De momento, se han identificado dos casos de autos que han tenido ese problema, pero las autoridades siguen pendientes de nuevos reportes, ya que existen aproximadamente 120,089 autos de ese modelo en el mercado.

La falla del desprendimiento del volante se atribuye a que aparentemente estos artefactos no fueron asegurados con el “perno de retención” desde la fábrica.

Afortunadamente, el incidente ocurrió cuando los vehículos tenían pocos kilómetros recorridos.

Lo que NHTSA va revisar es qué tan frecuentemente ocurre el problema, cuántos vehículos son afectados y cómo es el proceso de fabricación de Tesla, para así determinar de qué manera pueden evitarse nuevos incidentes.

Tesla ha ganado visibilidad pública recientemente en México, tras el anuncio de la próxima construcción de una planta armadora de autos en Santa Catarina, Nuevo León.

La empresa no ha precisado los detalles de su nueva inversión, pero el gobierno mexicano ha estimado que la Gigafactoría o Gigafactory implicará una inversión de entre 5,000 o 6,000 millones de dólares (mdd).

(Con información de la agencia AP)

GC