Experimentan BBVA y Bancomer con tecnología blockchain
Se explora el potencial de esta tecnología para rediseñar la infraestructura de las operaciones de finanzas
BBVA y BBVA Bancomer iniciaron las pruebas piloto para el mercado de divisas (Foreing Exchange) con el uso de blockchain, o tecnología de bloques, lo que les permite explorar las posibilidades que abre esta tecnología, al agilizar las operaciones.
El esquema de intercambio de información, también conocido como libros de contabilidad distribuida (DTL por sus siglas en inglés), desarrollada por Calypso Tecnologies, opera sobre la plataforma R3 de Corda.
“Nos brinda la oportunidad de medir el impacto de una tecnología disruptiva como DLT para generar eficiencias en una de nuestras líneas estratégicas de negocio. Y, en segundo lugar, tiene el potencial de crear un nuevo estándar de experiencia de cliente en el área de servicios”, afirmó Ramón Martínez Sobrado, responsable global de Operaciones de la Banca Corporativa y de Inversión en BBVA.
El piloto que se desarrolla entre las cuatro instituciones, permite la compra y venta de divisas en tiempo real entre los bancos y las contrapartes, como alternativa a los mecanismos empleados en la actualidad en el mercado de divisas, explican en un comunicado.
Esto resulta de especial importancia cuando se muestra que los sistemas actuales generan errores en el proceso de cruce de operaciones de compra y venta de divisas, lo que implica mayor costo y despliegue de recursos.
“La reconciliación es un importante problema para los bancos que operan en el mercado de divisas, e implica la dedicación de departamentos enteros para resolver las dificultades que surgen durante el proceso de cruce de operaciones de compra y venta. Corda elimina este obstáculo al crear un registro único e incontrovertible de cada operación”, comentó Todd McDonald, cofundador de R3, la empresa que ofrece la solución de blockchain.
El mercado de divisas, global y descentralizado, nació con el objetivo de facilitar cobertura al flujo monetario que se deriva del comercio internacional. En la actualidad, es el mercado financiero más grande del mundo con un volumen medio diario negociado en torno a los 5 billones de dólares y con una importante y creciente “electronificación”.
Con ello, se explora el potencial de esta tecnología para rediseñar la infraestructura de las operaciones de finanzas comerciales a través de ‘smart contracts’ (programa informático que facilita, asegura, hace cumplir y ejecuta acuerdos registrados entre dos o más partes), para agilizar las operaciones entre exportadores e importadores y para la creación de un sistema de gestión de identidades.
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