La escasez de chips para la industria automotriz ha forzado a Ford a anunciar este jueves una nueva reducción de la producción de su vehículo estrella, la camioneta pickup F-150.
La automotriz eliminará dos turnos de trabajo en su planta de montaje en Dearborn y de uno en la de Kansas City, ambas en Estados Unidos.
Este nuevo plan de trabajo iniciará el 8 de febrero y durará una semana, porque la compañía espera que la producción de la F-150 vuelva a la normalidad el 15 de febrero.
A finales de enero, Ford se vio obligada a reducir la producción en estas dos plantas por la misma razón. Además, la compañía ha eliminado dos turnos de trabajo en su planta de montaje de Chicago, donde se producen los modelos de todocaminos SUV Ford Explorer y Lincoln Aviator.
Estos son algunos de los vehículos más rentables de la compañía, sin embargo la reducción de la producción se verá reflejada en sus ventas y sus reportes financieros.
El modelo F-150 es el vehículo de más ventas en Estados Unidos desde hace más de tres décadas.
En 2019, se vendieron 896,526 unidades de la Serie F en Estados Unidos, de la que la camioneta F-150 es el modelo estrella, lo que generó alrededor de 42,000 millones de dólares (mdd) de ingresos.
Este miércoles, General Motors (GM) también anunció que suspenderá la producción de tres plantas ubicadas en Estados Unidos, México y Canadá, ante la escasez de chips, que son producidos en Taiwán.
En Estados Unidos, la planta afectada por la suspensión temporal es la de Fairfax, que produce los vehículos Cadillac XT4 y Chevrolet Malibu.
En México, la planta de San Luis Potosí, que fabrica los Chevrolet Equinox, Chevrolet Trax y GMC Terrain, participará de la disposición; así como la de Ingersoll, en Canadá, donde también se manufactura el Chevrolet Equinox.
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La falta de chips para el sector es consecuencia de la reducción de la producción de automóviles durante los primeros meses de la pandemia, cuando las plantas de montaje de los principales fabricantes suspendieron actividades para evitar la transmisión del Covid-19.
A esto se ha sumado el aumento de la demanda de chips por otros sectores económicos, por lo que los fabricantes de Taiwán trasladaron gran parte de su producción a cubrir las necesidades de otras ramas industriales, como la fabricación de dispositivos móviles y videojuegos.
GC