Banco Azteca —perteneciente a Grupo Salinas— negó los señalamientos del gobierno de Estados Unidos en el sentido de que pagó sobornos a Henry Cuellar, congresista norteamericano, para evitar afectaciones a sus negocios por las regulaciones bancarias de ese país.

“Nuestras operaciones se rigen bajo los más altos estándares internacionales de cumplimiento. Banco Azteca es y ha sido, desde su origen, líder en su compromiso con la seguridad y la ley”, refirió Banco Azteca, a de sus cuentas de redes sociales.

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“Siempre operamos con ética, honestidad y un profundo compromiso con nuestros clientes y con nuestro país”, agregó la compañía.

El pasado fin de semana, la prensa mexicana publicó que el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha acusado a Henry Cuellar y a su esposa de haber aceptado 600,000 sobornos de una empresa petrolera de Azerbaiyán y de “un banco mexicano”.

Aunque la denuncia no menciona explícitamente a Banco Azteca, sí refiere que se trata de un banco que atiende a clientes de bajos ingresos, que tiene presencia en México y Centroamérica y que además está vinculado a una televisora.

La acusación no menciona explícitamente el nombre de Luis Niño de Rivera, exvicepresidente de Banco Azteca, pero explica que el contacto de Cuellar —congresista por el Partido Demócrata— con el banco era un ejecutivo de “alto rango” que era vicepresidente y que además llegó a ser presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).

Esa descripción corresponde a Luis Niño de Rivera.

Banco Azteca, por intercesión de Luis Niño de Rivera, presuntamente pagó unos sobornos de 236,390 dólares a Cuellar, para que este hiciera labor de cabildeo a favor del banco mexicano en aras de conseguir corresponsales bancarios y defender sus intereses en Estados Unidos.

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Las regulaciones del gobierno norteamericano para prevenir el lavado de dinero ordenaron a los bancos estadounidenses reducir al mínimo o definitivamente cancelar las corresponsalías bancarias con bancos extranjeros.

Dicha regulación impedía a Banco Azteca mover dólares de México a Estados Unidos, derivados de las operaciones de Grupo Salinas, por lo que el banco mexicano solicitó el apoyo del legislador estadounidense para que buscara la manera de que la regulación fuera más flexible.

En aras de concretar este presunto acuerdo, Henry Cuellar y su esposa viajaron a México a fines de 2014 con el propósito de reunirse con Niño de Rivera. Posteriormente, el legislador norteamericano mantuvo contacto con Banco Azteca durante 2015, hasta que finalmente a partir de 2016 comenzaron a pagarse los sobornos, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

GC