Aeromar –compañía de aviación que dejó de volar por problemas financieros— se defendió de los señalamientos de trabajadores y del gobierno sobre su presunta falta de honradez y de buena administración, al manifestar que hizo todo lo posible por salir adelante, pero que “las complicaciones del sector aeronáutico” y “la pandemia del Covid-19” la hicieron dejar de operar.
“El panorama adverso en el que ocurrieron estas acciones sobrepasó nuestro esfuerzo por mantenernos en operación, lo que nos llevó al escenario en el que nos encontramos ahora”, aseguró Aeromar a través de un comunicado.
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“Nuestro equipo legal será el encargado de responder los mandatos de la autoridad y aportar los elementos que estime necesarios”, agregó la compañía.
Aeromar dio a viso el pasado 15 de febrero que, por primera vez en 35 años de vida, se veía en la necesidad de cesar sus actividades como prestadora de servicios de transporte aéreo de pasajeros, debido a “una serie de problemas financieros” y a la “dificultad de cerrar acuerdos con condiciones viables que permitieran asegurar las operaciones de Aeromar a largo plazo”.
El pasado 15 de febrero venció un plazo que estableció el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para que la empresa cubriera un adeudo de más de 522 millones de pesos (mdp) que arrastraba desde hace tiempo. Si la empresa no se ponía al corriente de esos pagos hasta las 23:59, el Aeropuerto ya no le iba a permitir realizar nuevos despegues de aviones.
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Sin embargo, Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) –otro de los acreedores de Aeromar— se adelantó a este ultimátum e informó desde las primeras horas del 15 de febrero que ya no le iba a proveer de combustible para sus aeronaves, debido a que no ha pagado sus adeudos por la prestación de este servicio. En este caso, el impago alcanza un monto de 50 mdp.
Al no disponer de combustible, Aeromar dio aviso a las autoridades del AICM –a las 6:00 horas— del pasado miércoles, sobre la suspensión de sus operaciones aéreas, por lo que todos los vuelos programados para ese día aparecieron en la pizarra del Aeropuerto con la leyenda de “cancelado”.
Desde entonces, la compañía no ha retomado el vuelo.
Todo empezó antes de la pandemia del Covid-19
La situación de Aeromar se ha complicado con la huelga de trabajadores que estalló la tarde del pasado jueves, en demanda del pago de salarios atrasados y varias prestaciones, una situación que acusan los trabajadores empezó desde 2019, antes de la pandemia.
También reclaman su indemnización correspondiente por la terminación de la relación laboral.
Pero bien la empresa “hizo aterrizaje forzoso” y ha cesado sus actividades, el propósito de la huelga consiste en preservar el patrimonio que le queda a la compañía para que, en su momento, esta sirva para pagar los adeudos con los trabajadores, ha manifestado Humberto Gual Ángeles, secretario general de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA).
Los incumplimientos de la empresa no empezaron a raíz del impacto que tuvo la pandemia del Covid-19 en la aviación, sino que comenzó desde 2019, cuando la empresa empezó a tener dificultades para abonar los tiempos extra, las primas vacaciones y dominicales y otras prestaciones, comentó Martha Ivone Jurado Peña, secretaria de prensa de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), el pasado jueves en ocasión de la declaratoria de huelga.
Con la intención de hacer prevalecer su fuente de ingresos, los trabajadores resistieron, mantuvieron el diálogo con la empresa y frenaron varias veces su derecho a manifestarse en huelga, pero a la vista de los hechos, Aeromar no correspondió a la buena voluntad de los empleados de tierra y aire y se fue a la quiebra, agregó la vocera.
Tras conocerse la suspensión de operaciones de la empresa, el presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó la situación, pero advirtió que la compañía estuvo “mal administrada” durante años, de ahí que su gobierno no iba a comprometerse a rescatarla financieramente.
Humberto Gual ha ido más allá al acusar a los dueños –entre ellos el empresario Zvi Katz Kenner— de haber cometido fraude y robo en perjuicio de la compañía y de la Hacienda Pública, ya que Aeromar no ha pagado la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA) al AICM, no obstante que este cobro por el uso de las instalaciones aeroportuarias se retienen a los pasajeros al comprar su boleto.
El líder de los pilotos también ha referido que Zvi Katz –hijo del fundador Marcos Katz Halpern— huyó de México desde hace varios meses y, quien presuntamente se encuentra en España, y que lo mismo han hecho los principales directivos de la compañía, como Danilo Correa, director general, cuyo paradero se desconoce de momento.
Aeromar ha pagado impuestos y aplicó austeridad a directivos
En medio de todas estas declaraciones en contra de Aeromar y sus directivos, la compañía trata de limpiar su imagen al manifestar en su comunicado –fechado ayer— que sus “decisiones operativas y financieras siempre se tomaron con un objetivo en la mira: privilegiar, en todo momento, la seguridad operativa de la aerolínea”, así como “el empleo” de los trabajadores y “la conexión aérea con diversas capitales” estatales, entre ellas Tepic, Nayarit; Colima, Colima, y Ciudad Victoria, Tamaulipas.
También refirió que una muestra de su compromiso como empresa fue la renovación de su flota con aviones ATR y “el sostenimiento y capacitación de los equipos de tierra y aire, así como la acreditación ininterrumpida de las certificaciones de seguridad operativa”.
Igualmente dijo que, en el terreno financiero, se emprendieron “acciones de austeridad en lo referente a las remuneraciones y emolumentos para los cargos directivos de la empresa”, de modo que “no se repartieron dividendos, salarios o prestaciones a accionistas en 20 años”.
Por lo que toca a las responsabilidades fiscales, Aeromar dijo en su comunicado que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) asignó a una interventora, para que la empresa se pusiera al corriente del pago de sus impuestos. Con lo que esta interventora aprobaba todos los gastos que hacía la compañía y también realizó el pago de más de 130 mdp de impuestos.
No obstante, que Aeromar igualmente consiguió una inyección de capital de 35 millones de dólares (mdd) en mayo de 2019 y que se mantuvo activa en la búsqueda de nuevos inversionistas, finalmente ya no fue posible hacer viable la operación de la compañía, concluyó el comunicado.
GC