Después de terminado el último debate y según lo reflejado por varias encuestas, Hillary Clinton se perfila para ganar la Presidencia de EUA y Trump se quedará como un mal sueño que puso a temblar al mundo. Aunque aún queda el escepticismo por las encuestas después de Brexit, se ve extremadamente difícil que Trump repunte para ganar las elecciones. Recientemente, la gran mayoría de las encuestas y modelos de predicción reflejan un repunte muy importante de Hillary Clinton frente a Donald Trump. Real Clear Politics, que toma el promedio de encuestas, da una ventaja de 6.4 puntos a favor de Hillary, un avance importante desde un diferencial de 1.3 puntos un mes atrás. Dentro de los modelos de predicción, que toman en consideración otras variables, el del NY Times asigna una probabilidad de 92% de que gane Clinton (8% para Trump). Por su parte, el modelo de Nate Silver (FiveThirtyEight), que incorpora encuestas, la economía y datos históricos, arroja una probabilidad de 83.8% de que Hillary gane, un avance de casi 30 puntos porcentuales desde el primer debate. El sistema en EUA se basa en colegios electorales, por lo que hay varios estados en los que se centra la atención como: Florida (con 29 votos electorales), Ohio (18), Carolina del Norte (15) y otros siete estados que son considerados como estratégicos. De momento, basado en las encuestas de Real Clear Politics, Clinton tiene 262 votos electorales, Trump 170 y quedan 106 votos inciertos. Por lo tanto, para que Trump consiga ganar, necesita la gran mayoría de estos votos inciertos, lo que resulta muy complicado. Usando la simulación del NY Times, la posibilidad (combinaciones de estos estados inciertos) de un triunfo de Trump son mucho menores que las de Clinton, ya que requiere apoderarse de estados que se han mostrado ligeramente más demócratas en encuestas. Por ejemplo, en un escenario Trump tendría que ganar Florida (3.6 puntos de ventaja a Clinton), Pensilvania (6.2 puntos de ventaja Clinton), Ohio (ligeramente a favor de Trump) y Carolina del Norte (2.5 puntos a favor de Clinton) para un triunfo inminente. Hay todavía varios escenarios que llevarían a Trump a ganar; sin embargo, tendría que ser no sólo una elección sorpresiva sino con situaciones que históricamente nunca han sucedido. Con el último debate de esta semana, los eventos más clave han terminado (claro, siempre están las sorpresas de más escándalos para ambos candidatos). Según las encuestas posteriores a los debates, en los tres resultó ganadora Hillary Clinton. La encuesta de CNN reflejó un triunfo de Clinton por un margen de 13 puntos en el último debate, mientras que en los anteriores el margen de ganancia fue de 23 puntos (segundo) y 35 (primero). Considerando todos estos factores, la elección está definida a favor de Hillary Clinton. Existe cierto grado de incertidumbre – como la hay sobre cualquier evento futuro. En particular, el fallo de las encuestas en el voto Brexit, donde los mercados de apuestas asignaban una probabilidad alta de que Reino Unido no saliera de la UE y sabemos cómo terminó ese episodio. No obstante, recordemos que previo al voto Brexit, la encuesta de encuestas del Financial Times arrojaba un resultado muy cerrado, con varias encuestas puntuales anticipando un voto a favor de “salir”. Entiendo que todavía tengamos este fantasma muy cerca. Sin embargo, como varios analistas políticos estadounidenses han señalado, no existe precedente alguno de un repunte como el que Trump necesita en otras elecciones estadounidenses y con el tiempo tan justo. Como les platiqué en mi columna anterior, el peso es el termómetro de aversión al riesgo sobre las elecciones estadounidenses, depreciándose en periodos en los que Trump recuperaba terreno y ganando conforme éste perdía. Así como Hillary ha ganado en el último mes, el peso se ha recuperado en casi un peso en el mismo periodo. Los temores en el mercado sobre las elecciones siguen presentes: primero porque existen demasiadas cosas en juego ante un posible triunfo de Trump y segundo, porque varias encuestas en el año fallaron. No obstante, las posiciones especulativas (mercado de futuros de Chicago) en contra del peso se han reducido en casi la mitad en las últimas semanas, con lo que los mercados están incorporando un menor riesgo Trump. La moneda seguirá presentando volatilidad conforme las elecciones se acercan; sin embargo, el triunfo de Clinton supone un posible mayor rally para la moneda local. No obstante, y como lo he platicado anteriormente, el riesgo de las elecciones en EUA es sólo uno de los tantos que ha golpeado a la divisa, por lo que una vez que éste desaparezca, todavía existirán factores de riesgo (globales y locales) que seguirán dificultando la recuperación del peso. Así que disfrutemos el momento positivo de la moneda, porque como ya sabemos, no suele durar mucho tiempo.