En México carecemos de una identidad del futuro, y solo plasmamos en el tiempo inmediato el poder agrupado en los hechos de quien tiene el mango por el sartén. Tomaré un ejemplo real a la refinería Olmeca (Dos Bocas), para definir ciertos puntos que debemos de considerar, y que no son utilizados con un sentido común, técnico-económico.
Primero, dejar en claro que la inversión realizada por parte de PEMEX a la refinería de Dos Bocas (Olmeca) proviene de dinero de un presupuesto del erario, que fue avalado por la Cámara de Diputados.
En segundo término, el dinero asignado para la obra, no generará un interés al proyecto, y dentro de la corrida financiera no está contemplado el retorno de los recursos financieros.
Puntualizado lo anterior, cualquier proyecto en el mundo en sector de hidrocarburos, público o privado, debe pasar por un proceso de aprobación para su ejecución, y apegado a las leyes de cada país.
Este debe contemplar, desde el caso de negocio, ingeniería básica y detalle, monto total de la inversión, descripción de la compra de la totalidad de los equipos, impuestos, experiencia de proveedores, estudios de impacto ambiental, permisos respectivos desde el uso del terreno, instalación de la planta, comercialización de productos, almacenamiento, transporte, y uso de instalaciones como puertos, derechos de vías, y en caso de requerir instalaciones costa afuera, permisos de las instancias correspondientes para su instalación.
Para que todo lo anterior suceda, existen metodologías y programas a nivel internacional; deben ser seguidos, demostrados y escritos para su aprobación del otorgamiento del dinero.
Es importante mencionar, y con base a mi experiencia, que son caminos largos, tortuosos y de mucha paciencia hacer un proyecto energético, y los tiempos para poder ver el primer dinero en un fideicomiso o un ente que monitoreo los recursos otorgados, puede tardar entre 1 a 2 años, y todo en función de cumplir con lo anterior descrito, además de considerar la compra de seguros durante, y operación del proyecto, y pueda ser asegurando el activo, cualquier contingencia ambiental, y/o problema que ocasione en el entorno.
La refinería de Dos Bocas no paso por un camino como el anterior descrito, debido a que fue una obra propuesta por el ejecutivo, vía su Secretaría de Energía, y está, a la vez, por medio de la empresa productiva del estado, y que fue presentado al consejo, el cual avalo la propuesta inicial de alrededor de 8 mil millones de pesos, y fue presentado por la SHCP, y avalado por la Cámara de Diputados dar el presupuesto.
Hagamos un alto. Todos los antes mencionados son parte de una administración del gobierno.
Los tiempos podrían ser récord a nivel mundial, y que fue comparado en el senado. Mostrando a varios proyectos que han tenido plazos más amplios, comparados con Dos Bocas. Pero revisando, a cada uno de ellos, observa que los atrasos principalmente han debido, a problemas de permisos ambientales, financieros y demostrar la viabilidad del proyecto a los órganos reguladores de cada país.
Imagina ahora: un privado que quiera hacer una refinería como Dos Bocas, este podría ser el camino que debió seguir:
Primero tendría que hacer la ingeniería básica, y conceptualizar, en un modelo de negocio, a la viabilidad, mercado, y en un primer cálculo, el monto de la inversión de los equipos.
La información anterior es presentada a varios financieros, y cada uno de ellos solicitará cierta información.
En una uniformidad conceptual de proyecto, el balance financiero o corrida del proyecto, es lo que tiene que estar claro he sustentado, donde indicaras el retorno de la inversión, ganancias después de impuestos, y el tiempo de devolución del dinero a una cierta tasa de interés.
En caso de que algún financiero se haya interesado, el paso siguiente será realizar los trámites respectivos de permisos de acuerdo con las leyes y normatividades vigentes, iniciando ante las instancias municipales, para determinar el uso de suelo, donde será instalado y operado el proyecto, debido a que sería fuera de las instalaciones de PEMEX.
En forma paralela, realizar los trámites de los permisos ante la SENER para instalar la refinería. Ante la ASEA y SEMARNAT, los estudios de impacto ambiental, cumplimiento de ingeniería del almacenamiento, transporte e instalaciones para su operación. La CRE, autorización para operar el almacenamiento, comercialización, transporte y certificación de plantas. SCT, permisos para instalar equipos costa afuera, y CONAGUA, en caso de tomar agua de mar o hacer un pozo. Además de tener, una carta de algún proveedor que permita entregar la materia prima a utilizar como petróleo crudo, y gas natural, y contar con proveedores que puedan entregar químicos, catalizadores y todo lo necesario para operar la planta.
Una vez obtenido todo lo anterior, que son dineros que el proyecto debe considerar, y esta inversión, inicial, corre por la empresa que lidera al proyecto.
Con todo lo anterior, pueden pasar entre 1 a 2 años.
Si son obtenidos (considerando que así sea), hay que invertir en la ingeniería a detalle, bajo una metodología internacional, y que los financieros, tienen a gente que avalara bajo riesgos financieros, ambientales y seguridad, si lo presentado cumple. Esto puede durar entre 6 a 8 meses.
Es decir, pasarían entre 2 a 3 años, el tener permisos, y el primer dinero para iniciar a construir la obra, si todo está en tiempo y forma.
Entonces, Dos Bocas ha sido agraciada, debido a que no tienen que presentar todo lo anterior, y pueden saltar algunos pasos, y cumplir después, debido a que el dinero, no hay que justificar una metodología financiera o técnica, ha alguna instancia financiera. Solo quedaría en manos de la Auditoria Superior de la Federación, pero hay que recordar que esta no tiene experiencia en este tipo de obras, y solo puede cuestionar, en que se gastó y demostrar por parte de PEMEX.
Por Ramses Pech – Grupo Caraiva – León & Pech architect
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