Las capturas de Tomás Yarrington Ruvalcaba, exgobernador de Tamaulipas, y Javier Duarte, exgobernador de Veracruz, nos recuerda que hay por lo menos 10 exgobernadores prófugos o encarcelados en México. Un hecho insólito que vale la pena ser analizado si consideramos que la corrupción es un gran lastre del desarrollo económico nacional.   Desde las épocas virreinales, pasando por la Independencia y posterior a la Revolución, hasta nuestros días, hay muchos libros de historia que señalan cómo los gobernadores en turno se enriquecieron gracias a las arcas estatales, pero es hasta ahora que 20 exgobernadores, todavía ningún expresidente, están bajo proceso penal por el delito de enriquecimiento ilícito. Algo está pasando en nuestro país que explica lo que sucede, pero también vale la pena revisar porqué en otros países este tipo de situaciones no es tan común como en México.   La “cultura” del saqueo   El profesor Hank González, según contaba él mismo, empezó su carrera política como maestro de escuela rural, sin un centavo y sin una familia política que lo apoyara. Fue subiendo peldaños, hasta la gubernatura del Estado de México, posteriormente fue secretario de Estado en dos ocasiones y muchas veces llegó a decir que “Un político pobre, es un pobre político”, cuando ya era dueño de un banco, una Casa de Bolsa, varias empresas constructoras, de alumbrado público, galgódromos, hoteles, entre muchas otras.   Igual podemos resumir las inmensas fortunas de muchos exgobernadores de casi cualquier entidad mexicana. Llegar a la gubernatura de un estado lamentablemente ha sido sinónimo de saqueo a manos llenas y enriquecimiento sexenal. Eso es algo que lleva muchos años sucediendo en México, con toda la carga reprobatoria de la ciudadanía contra sus gobernantes, que ven cómo inician su administración sin dinero y la concluyen con grandes fortunas, como el actual gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda, quien en el 2013 recibió 300 hectáreas de un rancho como regalo de su procurador, Edgar Veytia. Pero el gobernador hoy dice que jamás sospechó que el procurador estuviera involucrado en actos ilegales, de los que lo acusa el gobierno estadounidense.   Lo que sí es muy novedoso en México es que 20 exgobernadores enfrenten un proceso penal, ya sea por enriquecimiento ilícito o por encubrimiento de actividades ilícitas ligadas al narcotráfico, y ser encarcelados por dichos procesos, es lo que finalmente y después de siglos de saqueos constantes podría empezar a marcar una diferencia en la política mexicana, si es que se dan los pasos correctos.   Lo que cambió   Todos los exgobernadores que enfrentan un proceso penal tienen dos características en común: una, la oposición ganó en su Estado y durante la campaña el gobernador operó en contra del candidato opositor, quien finalmente ganó las elecciones y dicha intromisión es lo que generó la enemistad entre el saliente y el entrante; dos, son acusados de operaciones delictivas por el gobierno de EU.   Mario Villanueva Madrid, fue gobernador de Quintana Roo entre 1993 y 1999 y será recordado por ser el primero sujeto a proceso penal por sus nexos con el narcotráfico al más alto nivel. Villanueva Madrid cumplió una condena en prisión de 113 meses en EU por el delito de lavado de dinero, impuesta por la Corte Federal de Distrito para el Distrito Sur de Nueva York.   Pero salvo él y Tomás Yarrington, igualmente acusado por el gobierno de EU por delitos de narcotráfico, el resto de los exgobernadores sujetos a proceso o prófugos de la Ley, tienen cuentas con la justicia por enriquecimiento ilícito promovidas por gobernadores de oposición.   En consecuencia, NO es que la corrupción en México se haya incrementado en los últimos 17 años, conforme el PRI en el Congreso le dio más poder a los estados al haber perdido la presidencia en el año 2000, y encontró en el fortalecimiento del federalismo la mejor forma de sobrevivir mientras no tuviera la presidencia.   No. La historia documenta muchos casos de gobernadores corruptos desde tiempos de la Colonia, hasta nuestros días.   Lo que sí cambió es que la alternancia de partidos en el Poder permite a quien llega, acusar a su predecesor de haber saqueado, con razón o sin ella, las arcas estatales, lo que le impide llevar a cabo su tarea y acusa a su predecesor de todos los males.   Aunque, claro, también debemos señalar que si antes muchos gobernadores consideraban la gubernatura como un trampolín político hacia una Secretaria de Estado y debían actuar de manera honesta y entregar buenos resultados al Presidente en turno para ser considerados, en la actualidad, la alternancia en la Presidencia hace que la gubernatura se convierta, tal vez, en el mayor escalafón de una corta o larga carrera política. Por ende, el gobernador en turno saquea sabiendo que no tendrá ingresos en el futuro al haber concluido su carrera con su mandato.   Medidas que se deben tomar   El primer paso para que los gobernantes corruptos enfrenten procesos penales por enriquecimiento ilícito y colusión con grupos criminales es producto de la alternancia en el poder, lo que sólo es posible si los ciudadanos, a través de los órganos electorales, siguen controlando los procesos de elección popular con todos sus defectos, pero también con sus virtudes.   También resulta fundamental que los candidatos de oposición se comprometan a revisar a fondo la fortuna de los gobernadores salientes y denunciar cuando existan casos de enriquecimiento ilícito, porque ha habido ocasiones en que la oposición gana, pero decide no llevar a cabo auditorías a sus predecesores.   En EU la reelección de gobernadores, diputados y senadores permite a la ciudadanía calificar con su voto en las urnas a sus gobernantes y que los mismos estén en constante comunicación con sus gobernados, como sucedió hace un par de semanas, donde senadores republicanos del partido de Trump se negaron a dar su voto y apoyar la iniciativa de su partido en contra del Obamacare, por ejemplo, ya que dicho voto hubiera puesto en peligro su reelección el próximo año.   La reelección constante de gobernadores y representantes es un incentivo importante para que los políticos rindan cuentas a la ciudadanía y busquen hacer una carrera duradera, y que dichos puestos no sean el fin de la misma en un momento dado, como hoy sucede en México, lo que provoca que sean los partidos los que deciden el voto de los representantes y no los ciudadanos que los eligieron.   Finalmente esperemos que el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) empiece a dar resultados, una vez que su fiscal sea designado y empiece a revisar con lujo de detalle las fortunas de los políticos del más alto nivel.   Perspectivas: Los políticos no son hoy más o menos corruptos, lo que está cambiando en México es el arreglo institucional que permite que enfrenten procesos por sus delitos. Un primer paso es la alternancia, el siguiente paso es la reelección de Diputados Locales, Presidentes Municipales e incluso Gobernadores y finalmente veremos si el SNA puede ir en la dirección correcta.