La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) estima que el PIB de México este año caerá 1.3% y el siguiente año 0.6%. Aunque es al Comité de Fechado de Ciclos Económicos del IMEF a quien le compete definir si México está o no en recesión, una caída del PIB de esa magnitud y durante dos años difícilmente podría ser considerada solo como una desaceleración económica. Entre los supuestos con los que la OCDE estimó la caída del PIB están los aranceles del presidente estadounidense Donald Trump. En su informe mencionan que si la excepción que se ha hecho de pago de aranceles para los bienes exportados a Estados Unidos bajo los criterios del T-MEC se extiende más allá de abril, entonces el PIB de México crecería 0.1% este año. Este escenario parece igual de desalentador, sobre todo porque la economía mexicana ya está arrastrando una caída en el PIB del último trimestre del 2024. 

Es importante recordar que una recesión es una caída generalizada y significativa de la actividad económica, que se ve reflejada en las ventas al mayoreo y al menudeo, la actividad industrial y el ingreso de las personas. La definición oficial no incluye dos caídas trimestrales consecutivas, pero sería rarísimo que no fuera considerado un periodo de recesión si el PIB vuelve a mostrar una caída en el primer trimestre del 2025 y con esto acumula dos caídas al hilo. La última recesión de México se registró en 2020 por la pandemia del Covid-19 y antes de eso en 2019, ante la incertidumbre que provocó la cancelación de la construcción del aeropuerto de la Ciudad de México.

El componente más importante del PIB de México es el consumo, el cual depende del ingreso de las personas, la tasa de interés y que tan confiados se sientan los consumidores para gastar. El ingreso a su vez depende del empleo y los salarios. En 2024, el IMSS reportó una creación de empleo de apenas 213 mil posiciones laborales, la menor cifra desde el 2020 y omitiendo ese año por la pandemia, fue la menor creación de empleo desde el 2009. Además, las ventas minoristas cayeron 0.8% en 2024 y la actividad industrial mostró un crecimiento de apenas 0.5%, pero inició el año con caídas. Por su parte, la inversión fija acumula cuatro meses con caídas y de la inversión extranjera directa mejor ni hablar, pues mostró un desplome en el último trimestre del 2024. Con todo esto es evidente que México atraviesa, por decirlo menos, una desaceleración económica. El sector servicios es lo que sostuvo a la economía en 2024, pero en diciembre, de acuerdo a los datos del IGAE, mostró una caída que encendió las alarmas de una recesión. Otro componente importante del PIB son las exportaciones, las cuales tienen un efecto dominó sobre el resto de la economía. Los aranceles de Trump han generado mucha incertidumbre. Con esto, cada vez más analistas hablan de la posibilidad de que México esté o pueda caer este año en recesión. 

Aunque Trump ha exentado de los aranceles a los bienes exportados a Estados Unidos del T-MEC, solo el 48% de lo que México envía hacia Estados Unidos cumple con los criterios del tratado comercial. El resto se exporta bajo el principio de nación más favorecida, que ahora tiene un arancel del 25%. Con este arancel y la amenaza de que se podrían imponer más aranceles el 2 de abril, la contratación de personal y el gasto en inversión fija están en riesgo. Con esto, se espera que la economía mexicana muestre un bajo crecimiento este año, lo que se abre la puerta a una recesión.

Por Gabriela Siller Pagaza / Análisis Económico Banco Base

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