Este primero de diciembre, el presidente Enrique Peña Nieto celebrará un evento en el que realizará un recuento de los avances alcanzados durante su administración. Se cumple el quinto año de gobierno e inicia el sexto y último del sexenio. Es, para decirlo en términos llanos, el principio del fin del gobierno peñista. Peña Nieto llega a la fecha, unos días después de haber destapado al que podría sucederlo en la Presidencia de la República, un candidato ciudadano, no afiliado al PRI: José Antonio Meade si logra imponerse en las elecciones del 2018.   CRECIMIENTO, ASIGNATURA PENDIENTE En materia económica, el presidente de la República llega a este punto, muy lejos de su promesa de alcanzar una tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto del 5%. Pero, también es cierto y hay que reconocerlo, con una tasa de crecimiento positiva. Una tasa de crecimiento mínima, respecto de lo que necesita crecer la economía nacional, pero positiva. Una tasa de crecimiento positiva, en un contexto internacional muy complicado. Una tasa de crecimiento similar a la de naciones desarrolladas y con ventaja respecto de otras naciones del mismo nivel de desarrollo económico de México, que registran números negativos. La tasa de crecimiento del gobierno peñista promedio durante el quinquenio ha rondado el 3%, de acuerdo con la nueva metodología de Inegi.   ECONOMÍA RESILIENTE Lo que han destacado el propio gobierno, empresarios y banqueros es que a pesar de que la economía mexicana no ha crecido lo deseable, en cambio, ha mostrado mucha resistencia a los choques externos, que han sido especialmente difíciles en el último lustro. Desde el Brexit, la desaceleración económica mundial, la asunción de un candidato anti México en EU: Donald Trump, el adverso contexto del inicio de las renegociación del TLCAN además de los diversos fenómenos naturales que han azotado a EU y México. En nuestro país, con uno de los terremotos más severos de la historia. Los hasta hace unos días secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade y gobernador de Banxico, Agustín Carstens, destacaron una y otra vez en sus discursos la fortaleza macroeconómica de México, frente a los severos choques internacionales que se han registrado. La economía mexicana ha sido muy resistente incluso frente a la caída vertical del precio internacional del petróleo que durante este gobierno cayó de alrededor de 100 dólares hasta un mínimo de 18 dólares por barril de petróleo. Sin considerar el tema petrolero, la economía mexicana estaría creciendo a un ritmo superior al 3%, aseguran fuentes oficiales y privadas.   261 MMDD, ESCUDO FINANCIERO La perspectiva respecto de la solidez de la economía mexicana la avala en Fondo Monetario Internacional, que ayer refrendó la Línea de Crédito Flexible a México por 88 mil millones de dólares. Con esa cantidad más las reservas internacionales acumuladas, México cuenta con un escudo financiero de protección por 261 mil millones de dólares para enfrentar contingencias. Hay que recordar que hace un par de semanas un equipo especial del FMI estuvo en México precisamente para realizar una evaluación muy detallada sobre la economía mexicana. En materia económica, el FMI, prácticamente le puso “palomita” a todos los indicadores. En lo que fue especialmente crítico, fue en la debilidad institucional del gobierno mexicano. Los temas relacionados con la gobernabilidad, la corrupción, la inseguridad, son temas en los que marcó preocupación.   EMPLEO RÉCORD Enrique Peña Nieto tiene medallas económicas notables. Una de ellas es el número de empleos que se han generado. Por primera vez se alcanza la cifra de 3 millones de empleos registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que encabeza Mikel Arriola. El Salario Mínimo habrá aumentado alrededor de un 20 por ciento, sin repercusiones inflacionarias. La inflación, aunque registra un severo chipote que descarriló del objetivo de 3% más menos un punto porcentual, comienza a encarrilarse hacia una tendencia descendente que podría llevarla a converger con el objetivo de Banxico hacia el cierre del 2018. Las inversiones internacionales, en virtud de las reformas económicas, marcan niveles récord. Las finanzas públicas registran una ruta de consolidación fiscal; de reducción de la deuda que cerrará en 46.7% este año 2017, y de mayor estabilidad y solidez, en un marco de certidumbre fiscal en el que se comprometió no aumentar ni crear nuevos impuestos.   EL QUINQUENIO Aunque la economía mexicana está lejos del nivel de crecimiento que requiere, durante la actual administración se aprobaron las reformas económicas estructurales que no se pudieron aprobar durante muchos años. El crecimiento, luego de las reformas económicas, en promedio registra una tasa del 3% en lo que va del sexenio y de 3.3% sin considerar el PIB petrolero, de acuerdo con cifras oficiales. La reforma de Telecomunicaciones ya se ha traducido en beneficios tangibles para los consumidores e incluso en un impacto importante en el descenso de la inflación. La Reforma Energética ha atraído volúmenes cuantiosos de inversiones que ya están comprometidas.   POTENCIALIDAD, LA ESPERANZA En conjunto, las reformas representan un cambio estructural muy importante de la economía mexicana que implica una enorme potencialidad y la posibilidad de mayores tasas de crecimiento en los próximos años. Los factores externos, continúan siendo la principal amenaza: la política monetaria de EU, la Reforma fiscal estadounidense; la renegociación del TLCAN, más los distintos riesgos geopolíticos internacionales. El quinquenio del presidente Enrique Peña Nieto marca un antes y un después en materia económica. Al tiempo.