Acapulco se ha caracterizado por tener grandes problemáticas en los últimos años, entre las que destacan: numerosa población en situación de pobreza, disminución de la actividad turística, aumento de la inseguridad, entre otras. En este contexto, la llegada del huracán Otis ha puesto de manifiesto la fragilidad de la sociedad, el gobierno y el sector privado ante un evento de esta magnitud.
El presente texto tiene el objetivo de mostrar algunos de los principales indicadores que describen la situación de Acapulco previo a la llegada del huracán. Esto con la intención de tener un entendimiento del contexto y contar con un punto de referencia en la etapa de recuperación de los próximos meses. Este análisis también pone de manifiesto los enormes retos y riesgos que enfrentará el puerto.
Comencemos por la demografía y el contexto social. En el municipio de Acapulco de Juárez viven aproximadamente 780 mil personas, muchas de ellas en marginación: 52.1% de la población experimentó alguna situación de pobreza en 2020. Además, el porcentaje de personas en pobreza extrema aumentó considerablemente de 12.1% en 2015 a 16.7% en 2020.

En lo que respecta al mercado laboral, durante 2022 trabajaron cerca de 300 mil personas en Acapulco, incluyendo trabajadores formales e informales. Y, a diferencia de lo que se cree, la actividad turística “no” es la principal fuente de empleo, al menos no de forma directa. Los datos indican que la mayoría de los trabajadores de Acapulco laboraba en actividades de comercio al por menor y por mayor con 70 mil trabajadores, equivalentes a 23% de los ocupados (a nivel nacional este porcentaje ronda el 19%). En segunda posición, en cuanto a número de trabajadores, está la industria de hoteles y alimentos con cerca de 52 mil trabajadores, equivalentes a 17% de los ocupados de Acapulco (a nivel nacional este porcentaje ronda el 8%). Cabe mencionar que la participación en la producción de las industrias de hoteles y alimentos en Acapulco ronda el 19%, muy significativo si lo comparamos con el 3% a nivel nacional.

Por otra parte, uno de los grandes problemas de Acapulco durante los últimos años ha sido la caída de la actividad turística y esto se refleja en los bajos niveles de ocupación y rentabilidad del sector hotelero. En las siguientes dos gráficas se aprecia como Acapulco ocupa los últimos lugares de estos indicadores en comparación con otros destinos de playa del país.

El principal problema de Acapulco en los últimos años, sin lugar a duda, está ligado al aumento de la presencia del crimen organizado. Al respecto, uno de los indicadores que suele utilizarse para medir la incidencia de alto impacto es la tasa de homicidio doloso. Se observa que, a pesar de Acapulco experimentó una disminución considerable en este indicador desde 2015, el puerto se mantiene entre las 5 principales ciudades de mayor incidencia en 2022.
Es en este contexto en que llegó el huracán Otis a devastar la ciudad de Acapulco. Los retos en el corto plazo han sido ampliamente difundidos en distintos medios de comunicación: mantener el orden público, garantizar la disponibilidad de alimentos y medicinas, proveer acceso a servicios de salud, restablecer los servicios de electricidad y agua, así como habilitar la infraestructura de telecomunicaciones y vías de acceso.
Adicionalmente, uno de los grandes retos de las próximas semanas estará asociado a evitar el allanamiento de morada, sobre todo en un municipio en el que 32% de las viviendas están deshabitadas o tienen un uso temporal.

En el mediano plazo, los mayores retos serán generar las condiciones que permitan favorecer un circulo virtuoso en materia económica.
En los últimos días se han anunciado programas gubernamentales por 60 mil millones de pesos relacionados con proporcionar apoyos a los afectados, adelantar del pago de programas sociales, prorrogar el pago de servicios, otorgar y dar facilidades de créditos, planificar la reconstrucción, condonar de impuestos, entregar enseres domésticos, restablecer la infraestructura, entre otros. En la medida que aumente la circulación del dinero y se reactiven las cadenas de suministros, la economía se reactivará en consecuencia.
Sin embargo, en el largo plazo, el mayor reto para Acapulco estará asociado a la llegada de inversiones privadas que permitan el renacimiento del puerto como lugar turístico. Y, dado el contexto descrito previamente, no se vislumbra un panorama favorable que incentive la llegada de grandes inversiones por parte del sector privado. En un ambiente de pobreza, violencia y baja rentabilidad es muy difícil que lleguen las grandes inversiones privadas. Derivado de lo anterior, el mayor riesgo para Acapulco es su continuidad como el destino turístico que fue hace unas décadas.
Además de mostrar el dato duro, el presente texto tiene la intención de mostrar el potencial que tienen las visualizaciones y el análisis de datos para trasmitir un mensaje claro, simple y concreto, en este caso aplicado a una problemática social y económica ¡La vida es mejor con datos!
Por Luis Federico Puente
Director general de Datamétrica (@DatametricaMX)
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