Hasta ahora no se ha escuchado ningún ruido, pero el choque de trenes está siendo brutal: la poderosa Secretaría de Hacienda que encabeza José Antonio Meade contra el órgano regulador de la competencia en México, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) que preside Alejandra Palacios. La manzana de la discordia es el estruendoso anuncio de la investigación que realiza la Cofece, sobre el mercado de deuda gubernamental. Jana Palacios aseveró que el daño a las finanzas públicas podría ser muy grave, en la medida en que el volumen diario de operaciones en el mercado de deuda es de alrededor de 100 mil millones de pesos. El anuncio cimbró a los mercados que se mantienen a la expectativa de los resultados de la investigación. Y no es para menos. El órgano antimonopolios investiga si hay colusión entre distintos postores del mercado de deuda mexicano y si ésta hubiera dañado a los inversionistas y  ahorradores. La Cofece inició la investigación y el anuncio lo hizo de tal suerte que al mismo tiempo sirviera de anzuelo para que alguno o algunos de los participantes en ese mercado se acojan al programa de testigo protegido y contribuyan con información al proceso de investigación. Aunque de entrada como siempre el órgano regulador advierte que se trata de una investigación que no prejuzga; que se trata de un proceso de investigación que busca reunir la información para determinar si se configura o no alguna práctica anti competitiva. Y ha sido precisamente el estruendoso anuncio que hizo la Cofece lo que despertó preocupación en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que encabeza José Antonio Meade. No sólo eso, también le inquieta al responsable de las finanzas públicas y de la regulación del sistema financiero el hecho de que el órgano antimonopolio ha venido trabajando sola. De hecho, en días recientes Meade le recomendó directamente a la comisionada presidenta que realice la investigación respectiva en colaboración con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, —que preside Jaime González Aguadé, y— que tiene la capacidad técnica y los conocimientos y la información necesaria para coadyuvar. Palacios dijo que sí, pero no dijo cuando hasta ayer, todavía no se había concretado la colaboración interinstitucional. Para el secretario de Hacienda, el anuncio fue desproporcionado, cuando hasta ahora, todo indica que se trata de un asunto limitado. Que habría sido limitado en el tiempo y en la participación de un grupo de personas. El funcionario asegura que hasta ahora la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) no ha detectado ningún daño al erario público relacionado con las presuntas prácticas monopólicas que se habrían llevado a cabo en el mercado de deuda gubernamental No es la primera vez que la actuación de la Cofece hace levantar la ceja al titular de Hacienda. También lo hizo con la investigación y sanción que hizo el órgano anti monopolios a un grupo de Afore y 11 ex ejecutivos que se coludieron para reducir el traspaso de cuentas de los trabajadores entre las propias administradoras. La resolución sancionó a instituciones y personas por acciones que ahora prevé y permite la propia ley. Tampoco convenció el monto del castigo aplicado a Afore XXI. Todo parece indicar que se hizo sobre una base errónea. José Antonio Meade es un hombre que suele controlar sus emociones. Sin embargo, frente a estos dos casos, su tradicional temple fue rebasado. Más allá de lo que se ha informado hasta ahora por la Cofece, la gravedad del problema todavía está por verse. En el contexto, no hay que dejar de ver que ésta próximo el proceso para que se decida si se reelige a Jana Palacios al frente de la Cofece o no. Veremos hasta donde llega éste choque de trenes. Y sobre todo de qué cuero salen más correas. Al tiempo.