La ciberseguridad se ha convertido en una necesidad fundamental para empresas e individuos, pues más allá de los costos directos de un ciberataque, como la pérdida de datos o la interrupción del servicio, existen una serie de costos ocultos que pueden ser aún más devastadores para una empresa.
Según un estudio de IBM, el costo promedio de un ataque en 2023 fue de 4.24 millones de dólares.
De lo anterior son consientes miles de empresas y millones de personas, por lo que la firma Gartner proyecta que el gasto mundial de los usuarios finales en seguridad y gestión de riesgos ascenderá a un total de 215 mil millones de dólares en 2024.
La cifra es superior en 14.3% respecto a 2023, año para el que se estimó un gasto total de 188 mil millones de dólares.
“Vemos que la ciberseguridad será un tema de inversión relevante para las empresas en el 2024, cada día los directivos reconocen la importancia de blindar sus activos digitales; no sólo por temas operativos, también los ciberataques pueden afectar a la reputación e imagen de los negocios, por eso se debe evaluar de manera correcta a quién contratas para que se encargue de tu ciberseguridad”, expuso Israel Gutiérrez, CTO de A3Sec, empresa especializada en ciberseguridad.
Para directivo de la firma, hay dos rubros importantes a los que las empresas deben poner atención en 2024: el primero es el aumento de los ataques por ransomware y la evolución de los mismos y el segundo es la protección de información y operaciones en la nube.
El especialista abundó que existen informes que muestran un aumento en los ataques de ransomware y un aumento de los riesgos para los datos confidenciales en la nube.
“A medida que la tecnología avanza, las tácticas de los ciberdelincuentes también evolucionan. La ciberseguridad se ha convertido en una contienda digital y en este enfrentamiento, la Inteligencia Artificial (IA) emerge como un aliado formidable”, resaltó.
Abundó que la IA es más que una herramienta, pues es un recurso que puede ser empleado por cualquier facción, ya sea con intenciones benévolas o maliciosas.
“Utilizando algoritmos complejos y aprendizaje automático, la IA tiene la capacidad de predecir amenazas y adaptarse a ellas, lo que permite a las personas y a las organizaciones mantenerse a la vanguardia de este panorama en constante cambio”, acentuó.
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