Un ambiente de incertidumbre ha reinado en nuestro país desde que se dieron a conocer los resultados de las pasadas elecciones en nuestro país. El tipo de cambio, una variable que refleja de manera inmediata los diferentes “shocks” externos e internos, ha presentado una depreciación desde el 3 de junio a la fecha de más del 18%, luego de haber presentado un periodo de más de cuatro años de apreciación y estabilidad. Los temas que generan nerviosismo son varios, tanto locales como internacionales, y se siguen acumulando.

Ciertamente el principal factor de incertidumbre radica en los cambios constitucionales que pretende hacer la nueva administración, principalmente la desaparición de los órganos autónomos y la reforma al Poder Judicial. A esto se suma una economía en proceso de desaceleración, con una perspectiva de menor crecimiento para este y para el próximo año (en ambos casos cercana al 1.5% y 1.6%), así como una pausa a las inversiones relacionadas con el “nearshoring” ante la incertidumbre política, la falta de seguridad y de certeza jurídica, estamos hablando de cerca de $40mmdd estimados cada año. 

Lo anterior, ha incrementado la percepción de riesgo para nuestro país, algo que en el mejor de los casos podría tomar tiempo en modificarse, suponiendo que no hubiera una escalada mayor. Actualmente el riesgo país ha incrementado, reflejándose en un diferencial mayor en las tasas de largo plazo entre México y Estados Unidos en cerca de 90pb por arriba de lo observado hace un año. De hecho, recientemente la calificadora Moody’s advirtió que la aprobación de la reforma judicial en México podría generar riesgos significativos para la nota soberana del país y afectar la independencia del Poder Judicial.

Por otro lado, la debilidad económica está llevando a un proceso de desaceleración y menor inflación, lo que implicaría un recorte en la tasa de referencia, sin embargo, la expectativa de mayores recortes en tasas podría exponer la debilidad estructural de nuestro país ocasionando una mayor depreciación cambiaria.

Otra gran preocupación radica en el déficit fiscal, el cual actualmente se ubica en 5.9% como porcentaje del PIB, uno de los niveles más altos en las últimas décadas. Aunque existe un compromiso por parte del gobierno de reducirlo para el próximo año a niveles de 3.5%, esto sólo podría darse con un ajuste importante en el gasto o con mayores impuestos, cualquiera de estas dos opciones serían un trago amargo para la economía de nuestro país, pero que de no alcanzarlo, mantendría la percepción de mayor riesgo y por lo tanto mayor vulnerabilidad cambiaria. 

A nivel internacional, las cosas no se ven mucho mejor, la economía norteamericana comienza a mostrar signos importantes de desaceleración, aunado al proceso electoral de EUA, que podría traer como consecuencia mayor volatilidad e incertidumbre. Particularmente, preocupa para el caso de nuestro país, la revisión al TMEC en 2026.   

Por otro lado, se han venido observando presiones inflacionarias en Japón, uno de los países que venía presentando una de las tasas de interés más bajas a nivel global. Al mes de agosto, la inflación en aquel país aumentó a niveles del 2.6% desde 2.2% con una clara tendencia al alza afectada principalmente por los salarios. Lo anterior, ha provocado que el Banco Central haya decidido comenzar una política monetaria restrictiva, provocando una fuerte apreciación de su moneda, pero, por el contrario, disminuyendo significativamente el llamado “carry trade del yen” respecto al peso mexicano (es decir, tomar deuda con tasas bajas en Japón para invertir en tasas de interés altas de mercados emergentes como México), generando una depreciación importante en nuestra moneda. 

De esta manera, más allá de la volatilidad cambiaria que podríamos estar viendo día con día, es probable que la estabilidad observada en los últimos años haya terminado y comencemos a ver una tendencia de depreciación en nuestra moneda hacia adelante. Adiós al super peso.  

Por Carlos Alberto González Tabares

Director de Análisis Económico Cambiario y Bursátil de Grupo Financiero Monex

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