Después de los acontecimientos relacionados con los bancos regionales en EUA y otros bancos internacionales como Credit Suisse y Deustche Bank, los mercados accionarios comenzaron a descontar la posibilidad de que la FED y otros bancos centrales comenzaran a relajar su política monetaria.  No obstante, esto no ocurrió, los Bancos Centrales anunciaron una serie de medidas para dar liquidez y sobre todo tranquilidad a los inversionistas, y por el contrario, observamos un compromiso de su parte para mantener la estabilidad de precios, de esta manera, recientemente vimos que la Reserva Federal de EUA incrementó la tasa en 25pb para ubicarla en 5%, el Banco Central Europeo subió en 50pb y la ubicó en 3.5%, y Banxico, en línea con lo esperado, subió la tasa 25pb para llevarla a 11.25%.

Hasta ahora la preocupación por el sistema financiero internacional ha disminuido y de nueva cuenta la atención se centra en la tasa terminal en los diferentes países, pues la inflación, aunque ha descendido, se mantiene alejada de los objetivos de la mayoría de los Bancos Centrales, principalmente la subyacente. 

En el caso particular de México, la inflación a la primera quincena de marzo se ubicó en 7.12%, ciertamente su nivel más bajo desde el año pasado, pero se mantiene aún lejos de la meta oficial de Banxico del 3% (+/-1%), al tiempo que la inflación subyacente se mantiene presionada, ubicándose en 8.15%, afectada principalmente por servicios, alimentos y mercancías. Sin embargo, resulta interesante destacar que, en la última reunión del Banco Central, el comunicado fue menos restrictivo, pues considera que las próximas decisiones estarán en función de la evolución de la inflación, mientras que revisó, marginalmente a la baja, los estimados de la inflación general para finales de año a 4.8% desde 4.9%, aunque mantiene el estimado de inflación subyacente en 5.0%. Aunque no se descarta un incremento adicional en la tasa de referencia, para llevarla a 11.5%, la realidad es que dejó abierta la posibilidad a mantener una pausa en los niveles actuales conforme la inflación mantenga una tendencia a la baja, la cual podría ser más evidente en los meses por venir antes de la próxima reunión programada para el 18 de mayo. Es importante mencionar, que somos de los pocos países que mantiene una tasa real positiva (de más de 300pb), con lo cual, la política monetaria actual ya es bastante restrictiva, por lo que no sorprendería un desacoplamiento con respecto a la Reserva Federal de EUA en la próxima reunión.

Por otro lado, es de esperarse que las expectativas de crecimiento para este año apunten a una desaceleración, tanto en México como en EUA. En primer lugar, por el apretamiento en la política monetaria que inevitablemente impactará en un incremento en el costo del dinero, por otro lado, no descartamos la posibilidad de una mayor restricción crediticia ante la mayor vulnerabilidad expuesta de bancos norteamericanos, que terminará impactando en su economía, y de manera indirecta también en nuestro país. 

En lo que respecta a los mercados accionarios, estos han mostrado resiliencia hasta ahora ante un escenario complejo. Primero, desligándose de la narrativa de mayores apretones monetarios por parte de la FED principalmente, después asimilando favorablemente la problemática del sistema financiero norteamericano y de bancos europeos, y ahora ante la posibilidad de un escenario de menor crecimiento económico, adelantándose a un eventual recorte de tasas. 

En este sentido, algunos indicadores muestran ciertas divergencias para los mercados accionarios norteamericanos, entre ellas, menores expectativas de crecimiento para el resto del año y divergencias entre las valuaciones de las grandes empresas y el resto. Sin embargo, los mercados se mantienen fuertes. 

Localmente, como lo hemos señalado en ocasiones anteriores, nuestro mercado mantiene una valuación atractiva en términos de múltiplos, tanto en su comparativo histórico como respecto a otros mercados, la única limitante es el alto nivel de tasas actuales, que limita el atractivo por el mercado accionario desde el punto de vista de la relación riesgo rendimiento. Sin embargo, conforme se haga más evidente, primero una pausa, y posteriormente un eventual recorte en la tasa de referencia (aún no lo vemos en corto plazo), comenzará a verse cada vez más atractiva la inversión en renta variable con horizontes de inversión de largo plazo. 

Por Carlos Alberto González Tabares

Director de Análisis Económico Cambiario y Bursátil de Grupo Financiero Monex

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