Riesgos y Oportunidades en los mercados financieros en el entorno actual.
  1. El momento de este panel es muy interesante ya que recientemente el consenso de analistas ha comenzado a revisar al alza los estimados del crecimiento del PIB de este año, a 1.8%. En particular, en Finamex lo revisamos de 1.5% a 2.0%. Aunque sigue siendo un crecimiento mediocre, sentimos que ya estamos dejando atrás los escenarios catastróficos que se vislumbraban una vez que Trump ganó las elecciones presidenciales y se remató con el alza de la gasolina de principio de año. No sólo por el impacto en la inflación, sino por la caída vertical de la confianza al consumidor. Ayer se dio a conocer el dato de abril, y el indicador prácticamente ya recupero la caída de enero. El consumo fue, sin duda, el motor de crecimiento el año pasado. Por su parte las cifras del primer trimestre de crecimiento anual del PIB fueron mejor a lo esperado: 2.5% ajustadas por estacionalidad.
  2. Los primeros 100 días del Presidente Trump han revelado que fue más retórica que acción, dando más visibilidad a las perspectivas de la economía mexicana. La mayoría de las propuestas se han topado, ya sea con la imposibilidad de llevarlas a cabo, como impuestos particulares a la industria automotriz, deportación masiva de indocumentados, impuestos a las remesas, o con la necesidad de obtener la aprobación del Congreso, como los fondos para la construcción del muro. Seguramente una buena parte de Republicanos apoyará el TLCAN por beneficiar a sus estados. Lo más importante, a nuestro juicio, y esto lo han repetido diferentes funcionarios de ese país, es que parecen cada vez más convencidos de los beneficios para la economía de Estados Unidos y de su Seguridad Nacional, de tener un vecino que le vaya bien, y eso es más efectivo que el muro fronterizo en términos de detener el narcotráfico y la inmigración, además de que un bloque fuerte de América del Norte es la mejor defensa contra el comercio con China. Así, estamos cautelosamente optimistas con respecto a la renegociación del TLCAN.
  3. El tipo de cambio ha fluctuado a grandes rasgos desde la victoria de Trump entre 18-22 con amenaza de haber llegado a 23 pesos en caso de haberse llevado a cabo todas las amenazas de Trump. Por lo que a 19.15 todavía incorpora algo de riesgo Trump y señala cómo una buena negociación del TLCAN tiene el potencial de apreciar al peso mexicano. Aun cuando cotizaba a 18 pesos antes de la victoria de Trump, el peso mexicano era una de las monedas con peor rendimiento de las monedas emergentes. Esto por la preocupación que las calificadoras de riesgo habían externado sobre el comportamiento ascendente de la deuda del sector público como proporción del PIB y las necesidades de financiamiento de Pemex, por lo que nos pusieron en perspectiva negativa. Claramente, con la llegada de Trump, las calificadoras expresaron también su preocupación por los impactos negativos en el crecimiento económico. Ahora, la realidad Trump se percibe diferente, y si la Secretaría de Hacienda cumple con la meta de superávit, y Pemex con su plan de negocios, podemos evitar también el escenario catastrófico que se llegó a pensar de 2 niveles de baja en la calificación, posiblemente a uno que ya está descontado o inclusive a ninguno que sería muy positivo para los mercados financieros.
  4. El que el tipo de cambio haya cambiado de dirección, y se pudo romper con el círculo vicioso de depreciación, inflación, alza de tasa de Banxico, mayor déficit fiscal por pagos de intereses y, en consecuencia, amenaza de baja en la calificación crediticia, pudiéramos estar cerca del pico de la inflación general. Hoy se dio a conocer la inflación de la segunda quincena de abril en 6.01%. El proceso de formación de precios de la economía está respondiendo gradualmente a la depreciación acumulada del tipo de cambio y al incremento de la gasolina, y no debe confundirse con un proceso inflacionario. No estamos en un proceso inflacionario, ya que no hay una carrera entre salarios e inflación, las finanzas públicas están buscando un superávit primario, la economía aunque se ve mejor, todavía se espera un crecimiento mediocre de 2%, y la perspectiva del tipo de cambio ha cambiado, encontrándose altamente subvaluado.
  5. En este contexto ya no es conveniente seguir ampliando el diferencial de tasas de referencia entre México y Estados Unidos, por lo que esperamos que Banxico siga a la Fed por el resto de este año, con 2 alzas más llegando a 7%. Una vez que la inflación comience una clara tendencia a la baja, a principio de 2018, entonces Banxico pudiera separarse de la Fed, dejando la tasa de referencia sin cambio en 7%, y en la segunda mitad de 2018, en un escenario político sin sobresaltos, empezar a considera bajar la tasa de referencia. A nuestro juicio, en 2019 cuando la inflación ya esté contenida dentro del intervalo de la meta de precios de +/- 3.0%, pudiéramos considerar que el diferencial de tasas con EUA sea de 375 puntos base. Así, las tasas en México tenderían a 6.75% en caso de que la Fed llegue a 3% como estiman los miembros de dicha Institución, y a 5.75% si la Fed llega a finales de 2019 a 2% como señalan hoy día los futuros de fondos federales. Entonces, hay una gran diferencia entre lo que opina la Fed de la economía americana y lo que espera el mercado, por lo este tema seguirá siendo una fuente de incertidumbre hacia adelante.
  6. No somos ajenos a que los mercados financieros en México comiencen eventualmente a incorporar un premio por riesgo político, en anticipación a las elecciones del Estado de México y las presidenciales en 2018. Además del que se mantiene, todavía por las negociaciones del TLCAN, y recientemente por la caída en el precio del petróleo, y como decíamos el escenario planteado asume un escenario político sin sobre saltos. El triunfo de Macron en Francia fue muy positivo en el sentido que fue a favor de la globalización y en contra del populismo, pero muestra un patrón común con Brexit y Trump: el mundo está votando en contra de la clase política establecida y no necesariamente en contra del modelo económico. Ese debe ser el mensaje para la clase política en el resto del mundo, ya que de no renovarse los valores de la misma se corre el riesgo de que los votantes confundan la búsqueda de una alternativa, con un cambio de modelo económico.